Barcelona, 27 de septiembre de 1991. Aquí comienza una historia que parece increíble, pero que, lamentablemente, sirve para entender que hay cosas que parecen que no pueden pasar, y pasan. Además, estas generan un gran dolor a personas humanas que sufren por sus seres queridos. Una falta de empatía y profesionalidad de los cuerpos policiales y de los organismos judiciales se traduce en sufrimiento, y en treinta años sin saber dónde estaba el hermano de Luís Brusca, un joven argentino que había llegado a Catalunya a finales de los años 90. José, de tan solo 18 años, debía llegar esa tarde al Aeropuerto de El Prat, pero nunca llegó a encontrarse con su familia, según ha destapado ahora RAC1. Han tardado 34 años, él y su madre, en saber dónde estaba su hermano. Y no estaba nada lejos de donde lo habían comenzado a buscar, pero nadie los supo –¿o quiso?– ayudar.

Después de varias trabas policiales y consulares, el 11 de octubre de ese año Luís pudo denunciar la desaparición del joven José. Primero la Policía Nacional le pidió esperar tres días antes de hacer la denuncia. Luego, le pidieron un certificado asegurando que estaba en el Estado de manera regular, que tuvo que solicitar al consulado argentino en Barcelona. La denuncia, sin embargo, sirvió de poco. Primero las semanas, luego los meses, y también los años, pasaban sin que nadie aportara ninguna novedad sobre dónde estaba o podría estar José. La familia publicó anuncios buscando al joven y también siguió algunas pistas que amigos y conocidos les daban. Ellos dos eran actores, se dedicaban a actuar por diversos lugares del mundo, e incluso fueron a París, donde una persona dijo que lo había visto. Sin suerte. Tampoco la petición de ayuda a Europol sirvió de nada. Pruebas de ADN y la colaboración en proyectos de investigación de desaparecidos no sirvieron de nada, tampoco.

Los Mossos localizan el cadáver en el Prat

Fue solo cuando Luís presentó una nueva denuncia a los Mossos d'Esquadra cuando se empezó a aclarar este misterioso caso. Después de más de 30 años, la policía catalana pudo confirmar que José había muerto el mismo día de su desaparición. Su cuerpo fue localizado cerca de la torre de control del Aeropuerto del Prat, una zona restringida donde nadie podía acceder sin autorización. Por si no fuera suficiente, el caso tomó aún más misterio. ¿Qué hacía José en una zona prohibida, cerca de la torre de control? ¿Cómo murió?

El descubrimiento del cadáver, la misma tarde del 27 de septiembre, se produjo gracias a un trabajador del aeropuerto, que vio un cuerpo caer desde la torre de control. A pesar de ello, la investigación inicial fue poco exhaustiva por parte de la Guardia Civil, el cuerpo que, actualmente aún, controla la zona interior del Aeropuerto del Prat. No se identificó el cuerpo de manera inmediata y no se le practicó una autopsia, lo que dificultó la determinación de la causa exacta de la muerte. Además, los testimonios que trabajaban en la torre confirmaron que no recordaban que alguien hubiera accedido a la zona sin permiso. El cuerpo fue trasladado al cementerio del Prat, pero nadie vinculó la denuncia de Luís con el cadáver localizado en el aeropuerto.

¿Qué pasó, aquel 27 de septiembre?

Durante más de treinta años, nadie movió un dedo, excepto su familia. Ahora se ha podido localizar el cuerpo y cerrar este capítulo, sabiendo que el joven murió esa misma tarde, pero aún sin saber qué pasó. ¿Cayó? ¿De dónde? ¿Alguien le hizo daño y lo arrojó allí? ¿Fue una serie de malas gestiones e ineficacia de un sistema policial (hace treinta años, los sistemas informáticos policiales no eran lo que son ahora, donde todo está conectado) o alguien quiso ocultar algo? La familia de Luís se ha puesto en manos del abogado de Girona Benet Salellas para poder reclamar responsabilidades por la gestión negligente del caso. Salellas asegura que tienen derecho a una reparación por todo el dolor causado por la administración: “La familia ha sufrido una grave falta de atención y tienen todo el derecho a exigir una indemnización por la falta de empatía y la mala gestión”, ha explicado a RAC1.