Brutal agresión en el aparcamiento de un supermercado de Laredo, en Cantabria. Un hombre fue golpeado en diversas y repetidas ocasiones con bastante violencia por tres hombres y una mujer, dos de ellos de 28 años, uno de 52 y el otro de 56. Todos los atacantes, según ha explicado el Diario Montañés, son de etnia gitana y lo golpearon hasta dejarlo gravemente herido y con sangre por todas partes porque presuntamente "llevaba tiempo persiguiendo" a una de sus hijas. Los hechos se produjeron este domingo por la tarde, cuando apalearon a la víctima con barras de hierro de grandes dimensiones, que se utilizan normalmente para instalar los puestos de venta ambulante.
La víctima es un hombre de 63 años, que va completamente estirado en el suelo, sin moverse y sangrando con mucha intensidad por varias partes del cuerpo, especialmente por la cabeza. Cuatro patrullas de la Guardia Civil fueron activadas, una vez recibieron el aviso a las 14.10 horas de este domingo, y llegaron poco después al lugar, donde lo encontraron extendido e inmóvil en el asfalto del aparcamiento del supermercado de Laredo. Los sanitarios llegaron un poco antes y lo atendieron de urgencia, trasladándolo hasta el Hospital de Laredo, desde donde fue derivado, por la gravedad de las heridas hasta el centro hospitalario de Valdecilla, en Santander. Sin embargo, el agredido continúa ingresado con "pronóstico reservado".
Apalean a un sexagenario por "motivos personales" en Cantabria
En un comunicado, la Guardia Civil ha precisado que la víctima "no estaba realizando actividad laboral" en el momento del suceso. Esta aclaración ha llegado después de que en las redes sociales se indicara que era un vigilante de seguridad del supermercado donde se produjeron los hechos, ubicado en el barrio de La Pesquera del municipio. Los investigadores localizaron poco después de los agresores tanto en Laredo como en la localidad próxima de Cicero, entre este domingo por la noche y este lunes.
La brutal paliza al hombre de 63 años se produjo por "motivos personales", según han señalado fuentes de la Guardia Civil. Sin embargo, tal como explicado el medio ciudad, una presunta "persecución" de la hija de 13 años de uno de los agresores habría sido el desencadenante del grave ataque. Las barras de hierro de grandes dimensiones utilizadas para instalar los puestos de venta ambulante han sido confiscadas por la Guardia Civil una vez los agentes han detenido a los tres hombres y la mujer, de etnia gitana y de edades comprendidas entre los 28 y 56 años.