La Guardia Civil ha alertado de un nuevo intento de estafa, en este caso, en la modalidad de la extorsión. En un tuit en X, la policía advierte a los usuarios de una campaña de ciberdelincuencia que tiene como objetivo conseguir que las víctimas hagan un pago en bitcoins en un monedero virtual. ¿El incentivo? El supuesto acceso a fotos de carácter íntimo, los cuales, si los estafadores no reciben el dinero solicitado en un periodo de tiempo determinado, compartirán con todos los contactos de la persona estafada. Eso, aseguran desde el Instituto Armado, es una amenaza vacía, y en ningún caso se tendrán que seguir las indicaciones de los ladrones.

En qué consiste la estafa de la sextorsión

El engaño llega principalmente a través de correo electrónico. La víctima recibe un mail con el concepto de "Notificación de entrega fallida" que lo que espera es llamar la atención del destinatario quien, si los delincuentes tienen suerte, está realmente esperando un paquete y abrirá el mensaje. En el texto, el estafador informa a la víctima de que es un hacker que ha instalado un malware dentro de su ordenador con el que puede "controlar su cuenta y todos sus dispositivos". Explica que, gracias a este programa malicioso, ha tenido acceso durante meses al historial de búsqueda y a la cámara web, a través del cual ha grabado a la víctima en situaciones íntimas que la pueden comprometer.

Para resolver la situación, continúa, la persona solo tiene que ingresar una cantidad moderadamente elevada de dinero, en dólares americanos, en un monedero virtual en formato de bitcoin. Seguidamente, amenaza a la víctima con difundir estas supuestas imágenes si no recibe confirmación del pago en las próximas 48 horas, o si intenta contactar con la policía.

Todo lo explicado, afortunadamente, es falso. Es la estafa de la sextorsión, y la persona que ha enviado este correo ni ha conseguido infectar ninguno de los dispositivos del destinatario, ni ha accedido a ningún contacto, ni ha grabado ningún vídeo sexual. Lo que pretenden con todo eso es atemorizar a la víctima para que pique y pague la cantidad que piden, en este caso, 750 dólares, que al cambio saldría a unos 690 euros. Desde la Guardia Civil advierten de no hacer ningún tipo de pago, y eliminar el correo electrónico inmediatamente.