La imprudencia de la gente muchas veces no tiene límites. En un fin de semana de mal estado del mar y cuatro muertos por ahogo en las playas catalanas, un grupo de turistas franceses decidió salir a navegar en barco por Salou y acabó siendo rescatado por la Guardia Civil después de quedarse a la deriva. Los hechos tuvieron lugar el sábado por la tarde, cuando la patrulla de Salvamento Marítimo navegaba por la costa haciendo tareas de vigilancia y vio como en el espigón próximo al puerto de Salou había una gran aglomeración de personas que estaban mirando una embarcación que había en el mar.
El barco que observaban se encontraba en una zona peligrosa junto a las rocas, suponiendo un riesgo para los tripulantes, ya que podía chocar y naufragar. Además, también se encontraba dentro de la zona de baño en que está prohibido el acceso de este tipo de embarcaciones. La patrullera marítima de la Guardia Civil fue hacia la embarcación, que en aquellos momentos estaba con el motor apagado e intentando ser remolcada por dos pequeñas embarcaciones que tiraban de ella con una cuerda con el fin de alejarla de las rocas. A pesar de eso, no lo conseguían porque habían fondeado el ancla y había quedado atrapada, sin posibilidades de poder sacarla.
Los ocupantes del barco lo habían alquilado sin licencia
Los agentes de la Guardia Civil abordaron el barco, que había sido alquilado por cuatro turistas franceses sin que ninguno de ellos tuviera licencia ni conocimientos suficientes para llevar este tipo de embarcaciones. Uno de los agentes tuvo que sumergirse en el agua para desbloquear el ancla que había quedado atrapada entre las rocas del fondo marino. Finalmente, pudieron poner en marcha el motor del barco y lo llevaron hacia una zona segura. Finalmente, todo quedó en un susto y no se tuvo que lamentar ningún daño personal ni en la embarcación.