Cada vez se tiene que ir con más cuidado para no caer víctimas de una estafa. Y es que los delincuentes no conocen límites y diversifican sus engaños no solo con las técnicas que utilizan, sino también, ahora, con los idiomas. Núria ha explicado en un hilo en su cuenta en el antiguo Twitter, rebautizado como X, cómo unos ladrones se hicieron pasar por uno de sus vecinos y le pidieron un favor en forma de Bizum, hablándole todo el rato en catalán, lo cual hizo que todo fuera más creíble.

"Me llega un WhatsApp de un vecino. 'Hola, vecina, sé que no te tendría que pedir eso...'", empieza relatando. El hombre a quien estaban suplantando, un hombre mayor, le dijo que necesitaba hacer un Bizum, pero que el servicio de su banco no funcionaba en aquellos momentos, por si podía pedirle el favor de hacerlo ella, que ya le devolvería el dinero tan pronto como se restableciera el funcionamiento del proveedor de pago. Incluso adjuntó una captura de pantalla de la aplicación del banco donde se veía claramente que alguna cosa fallaba y no podía hacer la transferencia.

Lo primero que hizo Núria fue comprobar el número y la foto de perfil de este vecino en el grupo de WhatsApp de la escalera, y vio que todo coincidía con el chat que tenía abierto con su supuesto vecino. Ella todavía no lo sabía, ni lo sospechaba, pero los estafadores habían conseguido suplantar el teléfono de esta persona durante unas horas, haciendo casi imposible detectar el fraude.

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El estafador se hacía pasar por un vecino / Núria Codina, X.

"Me pregunta si puedo hacer un Bizum de 280 euros a un número que me pasa. Le digo que es mucho dinero (...), le comento que hay muchas estafas, de suplantación de identidad y fórmulas varias... me contesta '¿Cómo estafa? Pero ¿si soy tu vecino'?". Después de un rato convenciéndola, finalmente la mujer cedió a las demandas de los estafadores y les envió el dinero. Casi inmediatamente le piden 200 más, que finalmente rebajaron a 100 ante la negativa de Núria que a aquellas alturas sospechaba de una estafa, aunque considerando que a quien estaban engañando era a su vecino y no a ella.

Descubre la estafa al día siguiente

Preocupada por el hombre, preguntó si podían hablar en persona, si estaban en el piso. El estafador contestó que no, y siguió asegurándole que pronto le devolvería el dinero. Pasaban las horas, sin embargo, y ni el dinero llegaba ni podía ponerse en contacto con este vecino. Al día siguiente le envió un nuevo mensaje. En esta ocasión le contestó el propietario del teléfono, sin entender qué había pasado. Núria se dio cuenta inmediatamente de que había sido víctima de una estafa.

"Le habían entrado en el WhatsApp y lo habían suplantado durante unas horas, cuando se dieron cuenta de ello, porque también intentaron lo mismo con su hija y su nieta, fueron a los Mossos, pero les dijeron que no podían denunciar porque a ellos, no les habían robado", explica Núria. ¡"No sabes quién hay al otro lado, hasta que no te ha pasado, no caes en que puedan hacerlo tan real! Supongo que la próxima evolución de la estafa será hacer una nota de voz, con inteligencia artificial, y hacerse pasar por ti... ¡No sé qué tenemos que hacer con este mundo!", concluye, haciendo un llamamiento a estar alerta para confirmar siempre que quien se pone en contacto con nosotros pidiendo dinero, sea realmente quien dice ser.