La tarde de ayer, el sábado 30 de julio, un autobús con una cincuentena de personas volcó en un camino secundario de la carretera BV-1307, en el municipio de Rubió, en la Anoia (Barcelona). El accidente dejó un balance de 23 personas heridas, dos de ellas de gravedad. El cuerpo de Bombers trabajó en el punto accidentado desde las 18:43 de la tarde, cuando recibieron el aviso del accidente, con 28 dotaciones terrestres y un medio aéreo, con el fin de socorrer a las víctimas y excarcelar a las cuatro personas que, en un primer momento, habían quedado atrapadas dentro del vehículo. Aunque las causas del accidente se desconocen, Miquel Archela, el alcalde de Rubió, apunta que el motivo se debe a una "gran imprudencia", ya que el autobús, de gran capacidad, no valoró bien el trayecto que tenía que hacer. El autocar se adentró en un camino secundario que lleva hasta una masía donde se celebraba una boda, a la que asistían los ocupantes del autobús, y que no está preparado para que circulen vehículos de estas características.
El alcalde de Rubió cree que el autobús no tendría que haber entrado en el camino y que fue una "gran imprudencia"
El alcalde de Rubió, en declaraciones en la ACN, ha explicado que por este camino cada año pasan "unos ochenta" de autobuses, sin que se registrara nunca un accidente de este tipo. Sin embargo, el alcalde también afirma que los autobuses mayores, normalmente, se detienen en la entrada del camino y dejan bajar a los pasajeros para que recorran a pie los 80 metros que separan la masía de la carretera. Esta recomendación, de hecho, la hacen también desde la misma masía a los invitados que quieren acceder con vehículos grandes. El camino, que puede hacerse en escasos once minutos andando, está habilitado "de sobra" para que pasen coches e incluso autobuses de tamaño medio, de máximo 40 personas de capacidad, apunta al alcalde, "pero un autocar tan grande no".
En palabras del mismo alcalde, se trata de un camino asfaltado de solo tres metros de anchura, y en el cual hay una curva "muy cerrada, de 90 grados", precisamente el punto donde se accidentó el autobús. Por este motivo, Archela considera que el autobús con los invitados a la boda "no tendría que haber entrado en el camino", calificándolo de "gran imprudencia". A raíz del accidente, el alcalde cree que lo más adecuado sería colocar una señal en la entrada del camino, indicando que los autobuses de más de 40 plazas tienen prohibido el acceso por motivos de seguridad.
Las tareas para retirar el autobús se alargarán hasta el lunes
En el momento en que se recibió el aviso del accidente, los Bomberos se desplazaron hasta el lugar de los hechos con un dispositivo que fue aumentando a lo largo de la tarde, llegando a las 28 dotaciones terrestres y un medio aéreo, con el fin de atender a las personas afectadas y retirar el autobús de la vía. No obstante, este último objetivo todavía no se ha podido cumplir, y las tareas para retirar el vehículo accidentado se alargarán hasta el lunes, según han confirmado fuentes de la empresa de grúas encargada de llevarlo a cabo. Los Bombers también aseguran que estas tareas serán lentas porque se tienen que hacer "con total seguridad y controlando en todo momento la maniobra".
23 personas resultaron heridas a causa del accidente, dos de gravedad
El balance final del accidente ha sido de 23 personas heridas y trasladadas a centros hospitalarios, dos de ellas en estado grave. Hasta el lugar de los hechos, Protecció Civil desplazó 3 helicópteros del SEM, un helicóptero del equipo conjunto SEM-Bombers y dos psicólogos de emergencias, un total de 25 unidades, que atendieron a 45 personas, de las 47 que viajaban a bordo del autobús. A pesar de todo, el alcalde de Rubió ha confirmado que la totalidad de las personas heridas en el accidente se encuentra bien y que la última que quedaba hospitalizada preveía volver a su casa este mismo domingo.