El pasado jueves un grupo de personas asaltaron un bloque de pisos de Caldes de Malavella, a la comarca de la Selva, con la intención de ocupar 22 pisos vacíos, al centro del municipio y delante de la escuela de Sant Esteve. Según ha explicado el consistorio, es un bloque de pisos de la calle de Girona que todavía no está habitado y que es de propiedad privada y algunas viviendas son propiedad de bancos.
El grupo de personas que entraron en los pisos activaron algunas alertas y alarmas y los vecinos lo pusieron en conocimiento de la policía del municipio. Sin embargo, los ocupas pudieron acceder en los pisos y no fue hasta después de horas interlocución con los Mossos d'Esquadra, la policía local y el mismo alcalde, Salvador Balliu (Junts), que no desistieron y se marcharon voluntariamente.
El alcalde, un conocido antiocupas violentos
El alcalde que conversó con los ocupas y los consiguió echar fue protagonista, por Semana Santa, de un vídeo viral donde veía al mismo alcalde echando fuera de una de sus propiedades unos ocupas que lo habían amenazado. Balliu, en aquel momento, salió a las imágenes con un hacha, y la oposición lo atacó y casi lo hicieron dimitir, pero siguió manteniendo la alcaldía del municipio termal de Caldes de Malavella. Balliu ha explicado en una nota de prensa que situaciones como esta de la semana pasada no se pueden permitir y reclama cambios legislativos "para que no se vean vulnerados los derechos" de los propietarios.
Contra las ocupaciones delincuenciales
Ante "las ocupaciones reiterados de viviendas", y con el objetivo de tranquilizar a los vecinos, el Ayuntamiento de Caldes de Malavella ya adelanta que quiere impulsar una recogida de firmas para reclamar que se cambien las leyes. "Nos encontramos en una situación difícil; a aquellas personas que ocupan por necesidad, se las atiende y ayuda desde los Servicios Sociales, pero también nos encontramos conocupaciones ilegales que provocan malestar, y eso no lo podemos permitir", asegura contundente Balliu.
"Las leyes no nos amparan, y es una situación que se repite en todos los municipios catalanes", añade el famoso alcalde. "Si la ley no ayuda en estas situaciones, tendremos que proponer que se cambien, para que no se vean vulnerados los derechos de las personas a quien nos ocupan viviendas", añade. Para luchar contra estas ocupaciones delincuenciales, que acaban con problemas de seguridad y orden público, la semana pasada se cortó la luz en cinco casas que la tenían pinchada. "Estas actuaciones se hacen periódicamente, conjuntamente con la Policía Local, los Mossos y las empresas suministradoras", se asegura desde el Ayuntamiento de Caldes de Malavella.
Colaboración ciudadana
La Policía Local de Caldes tiene el encargo de actuar con rapidez cada vez que hay una ocupación, pero desde el consistorio también se pide colaboración ciudadana a los vecinos con el fin de alertar rápidamente de ocupaciones y como en el caso de la calle de Girona, actuar antes de que sea demasiado tarde y que el problema no se enquiste.