El pasado miércoles, un niño de 6 años fue víctima de una brutal paliza después de acabar un entrenamiento de fútbol en la localidad de Binéfar, en Huesca. Según la denuncia interpuesta por los padres del menor, ocho chicos, de entre 11 y 12 años, lo acosaron a las afueras del polideportivo Los Olmos, alrededor de las siete y media de la tarde. Sin mediar palabra, se abalanzaron sobre él y le empezaron a propinar puñetazos y patadas, hasta que el niño consiguió escapar de sus agresores.
Un ataque completamente gratuito
Según la madre del menor agredido, estos ocho chicos no tenían ningún motivo para atacar a su hijo, y lo hicieron sin provocación. De todos ellos, solo cinco habrían participado activamente de la paliza después de empujarlo con fuerza para que se cayera al suelo, mientras los otros tres vigilaban el entorno y miraban cómo agredían al menor, quien acabó con varias heridas en la cabeza producto de los golpes que recibió.
El director del C.D. Binéfar, Jairo Murillo, ha asegurado en declaraciones en el Diario del Alto Aragón, que "se aplicarán las sanciones incluidas en el régimen interno; queremos solucionar esta situación de puertas adentro". En este sentido, los chicos que golpearon a la víctima estarán vetados del campo de fútbol y de los entrenamientos hasta enero, mientras los otros tres, solo durante unas semanas. Unas medidas que no han gustado a la familia del menor agredido, que asegura que eso obligará al niño a "reencontrarse con sus agresores" una vez vuelvan al equipo, considerando las sanciones demasiado "tibias".
La Guardia Civil de Huesca inició una investigación al día siguiente de los hechos, cuando los padres presentaron la denuncia, y el Ayuntamiento del municipio también emitió un comunicado según el cual "condena" lo sucedido. "Esta reprobable acción siempre se puede prevenir. Queremos que la sociedad trabaje unida para evitar la violencia, sobre todo, cuando afecta a menores".