Nuevo intento por entrar ilegalmente a Europa a través del aeropuerto de Girona-Costa Brava. Entre el 20 de septiembre y el 12 de octubre, la Policía Nacional detuvo a seis personas, cuatro chinas y dos iraquíes, que intentaban hacer escala en Catalunya para llegar a Irlanda. Los migrantes llevaban pasaportes de Japón, de Taiwán, de Francia y de Bélgica, pero ninguno de ellos se correspondía con la fotografía que aparecía en los documentos que presentaron en la zona de control.

Las primeras dos detenciones se hicieron el día 20 de septiembre. El nerviosismo de uno de los pasajeros que intentaba coger un vuelo hacia la ciudad de Shannon, en Irlanda, llamó la atención de los agentes, mientras que el otro fue pillado por los trabajadores de la compañía aérea que detectaron ciertas irregularidades en los documentos. El primero tenía un pasaporte emitido en Taiwán y el otro, en Japón; en realidad, sin embargo, se trataba de ciudadanos chinos que intentaban acceder a Europa con documentos falsos. Los dos quedaron detenidos por un delito de falsificación de documento público y se los abrieron sendos expedientes de expulsión, según la ley de extranjería.

Aseguraban ser de Francia y Bélgica, pero no hablaban el idioma

A principios de octubre, el día 4, otros dos hombres que decían ser de Francia y de Bélgica intentaron hacer lo mismo que los detenidos dos semanas antes, haciendo escala en el aeropuerto de Girona para llegar a Dublín. Cayeron después de que los equipos informáticos avisaran de que los pasaportes que habían presentado constaban como sustraído en los respectivos países de emisión. Además, no se parecían en nada a las fotografías y ninguno de ellos hablaba francés; uno se comunicaba en inglés, mientras que el otro solo sabía hablar kurdo. Al final, se descubrió que eran ciudadanos de Iraq, y quedaron detenidos por usurpación de identidad, falsificación de documentos y se les expulsó hacia su país de origen.

Los dos últimos detenidos provenían de China e intentaron viajar a Irlanda con pasaportes de Japón. Fueron pillados el 12 de octubre y con el mismo procedimiento que en los casos anteriores fueron detenidos y expulsados, con la prohibición de entrar en todos los países del espacio Schengen.