El clan Jodorovich vuelve a sonar en Catalunya. La familia está radicada en la Zona Franca de Barcelona y los Mossos d'Esquadra los vinculan históricamente al tráfico de drogas. Ahora, están acusados de haber pagado, presuntamente, a cónsules honorarios de Mali y Croacia, entre otros, para acceder a ciertos políticos. Esta sería la "contraprestación", según ha explicado El Periódico, por la "gestión de contactos con representantes de las administraciones públicas". La policía catalana así lo ha remitido al juzgado de instrucción número 10 de Barcelona, que investiga a Simón Montero Jodorovich, quien además es el actual presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya.

Los cónsules honorarios (que no de carrera) de Mali, Croacia y Albania

Los dos cónsules honorarios imputados son el de Mali, J. L. L., y el de Croacia, J. C. B., que dejaron sus cargos a raíz de este caso. La policía catalana también los implica, según el medio citado, en algunos negocios presuntamente utilizados para blanquear capitales, con una suma total que ascendería a 1,2 millones de euros. Los investigados niegan las acusaciones, mientras que los Mossos d'Esquadra explican que los pagos efectuados de "forma directa o indirecta" a estas personas es, en un principio, de unos 20.000 euros y 487.000 en el caso del exrepresentante de Mali, que consiguió permisos que autorizaban a Simón Montero y un amigo suyo a cultivar marihuana en el país africano. Esto permitía a los Jodorovich "asegurarse favores de gente con cierta influencia pública".

En el atestado de la policía catalana, de casi 340 páginas, concretan las vinculaciones de la familia Jodorovich con el tráfico de drogas. Sin embargo, el miembro del clan imputado, Simón Montero Jodorovich, no ha sido nunca condenado por eso. Los Mossos también relacionan al excónsul de Albania, J. M. C., sobre la compra de una vivienda en Seva (Barcelona) por 352.050 euros. En este caso, creen que hubo una "infravaloración de precio" por "aportaciones o pagos en efectivo". Los abogados de los excónsules honorarios (que no de carrera) han destacado "los notorios errores de la investigación policial" y las "sospechas generalizadas sin fundamentos".