Seis bomberos del parque de Sant Celoni (Barcelona) están siendo investigados por el Departamento de Interior a raíz de la denuncia de una compañera según la cual ha estado sufriendo acoso laboral, exhibicionismo y machismo de manera continuada por parte de estos hombres, dos de ellos cabos, desde que entró a trabajar en este parque de los Bombers de la Generalitat, el año 2020. La mujer ha asegurado haber sido víctima de vejaciones de todo tipo y de un trato discriminatorio por su condición de mujer, hasta el punto de que se vio obligada a cogerse la baja laboral, y todavía no ha sido dada de alta.

Según ha publicado el diario Ara, un compañero que había sido testigo del comportamiento de los acusados fue quien envió un correo a la dirección de los Bombers explicando lo que pasaba. Al tener conocimiento de los hechos, se activó el protocolo de Funció Pública para casos de acoso. En aquel momento abrieron un expediente, aunque quedó suspendido a la espera de que el caso se resuelva por la vía penal. Tanto la mujer como el bombero que hizo sonar la alarma han declarado ya ante los Mossos d'Esquadra.

Dos de los acusados, cabos del cuerpo

La denunciante ha asegurado que desde el primer día que entró en el parque de Sant Celoni recibió comentarios denigrantes por parte de algunos de sus compañeros quienes, además, lo obligaban a cocinar y a hacer tareas de limpieza que no le correspondían, solo por ser mujer. Además, uno de los cabos investigados la apartaba deliberadamente del parque, asignándole funciones logísticas y de transporte, lo que la hacía sentirse todavía más aislada.

La mujer también ha explicado que uno de los compañeros denunciados se plantó delante de ella completamente desnudo, exhibiéndose y persiguiéndola por el parque mientras ella intentaba evitarlo. El jefe de parque titular, que no está entre los acusados, sabía lo que pasaba, pero, en vez de amonestar a los causantes, le dijo a la víctima que no fuera a las formaciones ni a los relevos con el fin de evitar ponerse en estas situaciones.

Desde el Departamento de Interior han asegurado que actuaron al momento. Antes de presentar la denuncia formal ante la policía catalana, llevaron a cabo una investigación interna que concluyó que el caso no se resumía a un mero conflicto laboral, y que estaba la posibilidad de que se estuviera incurriendo en un posible delito contra la integridad moral. Un juzgado de Granollers ha asumido las diligencias del caso, que está en la fase de declaraciones, y que se ha abierto por un presunto delito de acoso laboral.