Los Agentes Rurales investigan las causas del incendio que quemó este fin de semana más de 1.700 hectáreas en las comarcas de la Conca de Barberà y Anoia. La principal hipótesis es un accidente mecánico.
Principal hipótesis del incendio de la Conca y Anoia
Los Agentes Rurales comunican que la principal hipótesis que plantean como inicio del incendio de Santa Coloma de Queralt es que fuera un accidente mecánico. Según la jefe del área regional de los Agentes Rurales de Tarragona, Cándido Rincón, "la intencionalidad tiene muy poca fuerza y estamos trabajando en un posible accidente mecánico, que puede ser muy variado, un tubo de escape, un coche o un tractor".
La investigación, sin embargo, sigue abierta, aunque no se encontró ninguna colilla o línea eléctrica sospechosa de haber empezado el incendio.
A pesar de encaminar las investigaciones hacia la línea de un accidente mecánico, Rincón ha admitido que es difícil acabar determinando exactamente el tipo de vehículo que provocó el fuego.
Un coche, un tractor o una máquina podrían ser el origen
Los Bomberos de la Generalitat dieron por controlado el incendio este lunes por la noche, pero una cincuentena de efectivos siguen vigilando la zona para controlar las humaredas y los puntos calientes.
Las llamas empezaron en la localidad de Santa Coloma de Queralt, pero el viento y el calor dramatizaron la situación y el fuego se descontroló, avanzando por las comarcas de Anoia y la Conca de Barberà.
Más de 400 bomberos, ayudados por las agrupaciones de defensa forestal, lucharon todo el fin de semana para extinguir un incendio que ha arrasado más de 1.700 hectáreas, dejando grandes paisajes naturales convertidos en montañas de ceniza grises.
Más de 1.700 hectáreas quemadas
Varias localidades se vieron afectadas, así como las masías repartidas cerca de las llamas. Centenares de vecinos tuvieron que ser evacuados de sus casas, alojándose en dos albergues acondicionados por la Cruz Roja.
Hasta el lunes, cuando el fuego quedó perimetrado, no pudieron volver a casa.
El relato más interesante lo dieron los vecinos de Bellprat y Sant Martí de Tous, que colaboraron en las tareas de extinción, dirigidos por los Bomberos.
Vecinos desalojados de sus casas
En el caso de Bellprat, la docena de vecinos que viven allí todo el año, ayudaron a apagar el fuego con sus propios medios.
Pero este lunes, después de la satisfacción de haber jugado un papel esencial, encontraron su entorno calcinado totalmente.
Afortunadamente, casi todos los vecinos del pueblo son miembros de las Agrupaciones de Defensa Forestal, ADF, y, por eso, desde el sábado, estuvieron en primera línea del fuego.
Durante horas, estuvieron incomunicados, sin cobertura ni teléfono móvil, y eso, explican, incrementó la sensación de angustia entre los vecinos. "Sin cesar y sin descanso. Donde nos mandaban íbamos a apagar e intentábamos parar todo el que podíamos", explicaba Manel, uno de ellos.
Bellprat y Sant Martí de Tous, en primera línea de fuego
El incansable trabajo impidió que el fuego llegara a las casas, pero han tenido que lamentar daños personales. La afectación más grave la sufrió una granja porcina, donde se quemaron 400 de los 2.000 cerdos que tenían.
Rincones emblemáticos destruidos
Aunque el fuego no afectó a ninguna masía de la otra gran afectada, Sant Martí de Tous, sí que ardieron rincones emblemáticos del pueblo y muy frecuentados por los vecinos como la encina milenaria de Can Gol.
"La encina era muy viejecita y tenía un agujero en medio, creemos que alguna chispa la encendió por dentro y la ha acabado partiendo", explicaba el coordinador de los ADF en Anoia, Martí Senserrich.