Prácticamente no hay día en que los Mossos d'Esquadra no hagan ninguna actuación en la cual la marihuana no sea a la protagonista. Cuando no es una de las muchas plantaciones que desmantelan después de una investigación en algún punto de Catalunya, que se ha convertido en una especie de jardín europeo para cultivar esta droga, son los mismos narcotraficantes los que se delatan. Lo hacen, normalmente, saltándose un control de tráfico de la policía catalana cuando circulan por la carretera, con el miedo de ser pillados y detenidos.
Uno de estos casos tuvo lugar el pasado miércoles, hacia las cinco de la tarde, en el punto kilométrico 32 de la carretera C-62, a su paso por el término municipio de Olvan, en el Berguedà (Barcelona). Agentes de la Unidad de Tráfico de los Mossos d'Esquadra tenían montando un control rutinario cuando hicieron indicaciones al conductor de un coche que se aproximaba para que se detuviera en el arcén de la vía. Este, sin embargo, en lugar de hacer caso a los agentes, decidió hacer todo lo contrario. Aceleró, los esquivó y huyó a toda velocidad, mientras los policías lo empezaron a perseguir.
Tira una mochila llena de marihuana cuando huía por el bosque
Al llegar al polígono Cantallops de Olvan, el conductor paró el vehículo, en el cual había otra persona, y lo dejó allí abandonado. Uno de los dos ocupantes pudo ser detenido, pero el otro huyó deprisa hacia una zona boscosa. Lo hizo con una mochila que, molestándole para poder escapar, acabó lanzando por el camino. Sin embargo, los agentes de los Mossos lo pudieron atrapar y detener.
Al registrarlo, encontraron que llevaba encima 850 euros en efectivo. Además, al mirar en el interior de la mochila que había tirado, descubrieron que había una bolsa con un kilo de marihuana. En el interior del coche, los agentes también encontraron varias herramientas para el cultivo de esta droga. Así pues, los dos ocupantes del vehículo, dos hombres de 28 y 30 años, quedaron detenidos y fueron puestos a disposición judicial.