Cae Viorel Nae, uno de los fugitivos más buscados de Europa, en Girona. La Policía Nacional ha detenido en Santa Coloma de Farners a este hombre, de 55 años y nacionalidad rumana, que se encontraba huido desde el 26 de agosto de 1991, cuando, supuestamente, mató a un sacerdote y torturó a una monja en una parroquia en la ciudad húngara de Paloznak. Las autoridades de Hungría y Rumanía lo reclamaban por los delitos de homicidio agravado y contra la seguridad vial, respectivamente, en las dos Órdenes Europeas de Detención y Entrega (OEDE) que le constaban, además de una requisitoria a nivel nacional por hurto. Por estos hechos, se enfrenta a cadena perpetua en ambos casos. Pero el arresto, que sucedió este mes de noviembre, fue más peliagudo de lo habitual en estos casos, sobre todo por las fuertes medidas de seguridad y prevención que tomaba el criminal.

Así fue la detención del criminal: de Huelva a Girona

Hungría difundió la OEDE y, tras ello, los agentes de la Policía Nacional iniciaron las pesquisas correspondientes para localizarlo. En un primer momento, se tuvo conocimiento de que había pasado temporalmente por Huelva, aunque, al no establecer residencias continuadas en un mismo lugar y al valerse de identidades falsas para no ser detectado, no fue posible detenerlo en el sur español. Tampoco fue posible cazarlo por las llamadas que realizaba, dado que tomaba precauciones extremas: utilizaba aplicaciones que evitaban la conexión con antenas telefónicas.

 

La Policía Nacional, finalmente, logró centrarlo en el área de Girona a mediados de noviembre y establecieron un dispositivo en los alrededores de su posible domicilio. La vivienda estaba alejada del núcleo urbano principal, en Riudarenes, y dadas las medidas que tomaba cuando se desplazaba, fue complejo realizar el arresto con éxito, por lo que se aseguraron las tareas de vigilancia e identificación. Era Viorel, podían confirmarlo. Pero ahora tenían que poder acceder hasta él. Por ello, los agentes se hicieron pasar por operarios de mantenimiento de parques y jardines y, en un despiste, cuando el fugitivo salió a coger su turismo, lo reconocieron y lo detuvieron.

¿Qué crimen cometió en Hungría?

El atroz crimen por el que buscaban a Viorel Nae en Hungría, pero también en Rumanía, se remonta al 26 de agosto de 1991 en la ciudad de Paloznak. El ahora detenido, junto a otros hombres, supuestamente, irrumpió en una parroquia de esta ciudad húngara para hacerse con los objetos de valor que había en su interior. Lo que no esperaba era encontrarse al sacerdote, Gyula Csontos, que regentaba la iglesia durmiendo dentro. Al ser sorprendido, maniataron y agredieron con extrema violencia al religioso, que falleció poco después. Lo mató a golpes.

Para su sorpresa, también había una monja de avanzada edad en la parroquia. Viorel y el resto del grupo la maniataron y agredieron hasta que confesó dónde estaban los objetos de valor y el dinero. La religiosa sobrevivió a la tortura, aunque le provocaron lesiones muy graves. Todo ello para llevarse 30.000 florines húngaros y una cámara de vídeo del sacerdote. La mujer, la única testigo de los hechos, falleció hace unos 23 años, diez años después del asesinato del padre Gyula Csontos. Ahora, el principal sospechoso de los hechos ha sido capturado en Girona, concretamente en Santa Coloma de Farners, por la Policía Nacional y se espera que sea entregado próximamente a las autoridades húngaras y rumanas.