Las denuncias por abusos sexuales contra el tenor Albert Deprius conmocionaron en Calella (Barcelona). Pero ahora han causado un estallido social con manifestaciones contra el cura del pueblo por, presuntamente, encubrirlo. Esto es lo que le gritan durante una concentración en la entrada de la iglesia de Santa Maria i Sant Nicolau, donde lo acaban rodeando y regañando. Él, tras hacer diferentes muecas como que no los escucha, llama a sus fieles y seguidores para que vengan con él y le den apoyo durante esta confrontación social. Así se puede ver en el vídeo donde el pastor sale con sotana y alza cuellos caminando desde el altar por el pasillo central de la nave de 49 metros de largo.

El cura fue interrogado por los Mossos d'Esquadra

Pero todo esto no surge de la nada. Los Mossos d'Esquadra interrogaron este jueves al cura para investigar si encubrió al tenor y director de orquesta Albert Deprius. Esto incendió el ambiente en Calella y muchas personas fueron en apoyo a las mujeres que, presuntamente, fueron víctimas de agresiones sexuales por parte del músico, unos hechos ocurridos entre 2010 y 2014. El religioso negó que tuviera conocimiento de estos hechos, según ha avanzado Catalunya Ràdio, y, a pesar de la presunción de inocencia, el escarnio público fue contundente en las puertas de la parroquia central del pueblo.

La causa por abusos sexuales contra el tenor está abierta por unas agresiones continuadas contra una menor entre 2010 y 2014, cuando la víctima tenía 14 años y él unos 40, y ejercía como profesor y director de la escuela de música de la chica. Pero ahora, después de la trascendencia mediática del caso, dos mujeres más han denunciado ante la policía catalana a Albert Deprius por delitos sexuales, en este caso cuando ambas eran mayores de edad.

El músico, después de ser detenido por los Mossos d'Esquadra este lunes, quedó en libertad provisional. Aunque tendrá que realizar comparecencias quincenales en los juzgados y de manera cautelar tiene prohibido comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de la denunciante, según ha decretado el juzgado de guardia de Arenys de Mar (Barcelona). Calella está conmocionada por los hechos y critica la supuesta participación por presunto encubrimiento del cura del pueblo. Pero, ahora, solo queda esperar a la investigación policial, mientras los ánimos en este municipio del norte de Barcelona están a flor de piel.