El miércoles pasado, el barrio del Palau de Mataró (Barcelona) volvió a vivir un intento de ocupación que pudo ser evitado gracias a la intervención de uno de los vecinos del edificio en el que los inquilinos ilegales querían instalarse. La Policía Local recibió el aviso cuando faltaban pocos minutos para las tres menos cuarto de la tarde del día 2 de abril por parte de un hombre que aseguraba que había visto cómo alguien había accedido dentro de uno de los pisos de su bloque que sabía que estaba vacío. Entre esta alerta y la llegada de las patrullas, el vecino se enfrentó con el supuesto ocupa, quien se puso a la defensiva y lo agredió y amenazó antes de encerrarse en el interior.

El ocupa agredió al vecino que se enfrentó con él

Cuando llegaron los policías encontraron a la persona que les había avisado inicialmente, quien les manifestó que había intentado impedir la ocupación recriminando al hombre su acción, pero que este lo amenazó y agredió, según ha explicado el periódico digital del Maresme, Capgròs. Los agentes comprobaron que, efectivamente, había una persona dentro de este piso que hacía tiempo que estaba deshabitado. Los agentes contactaron con la empresa de seguridad que había instalado las alarmas que corroboró esta información.

Con todo, los agentes consiguieron entrar y detener a este individuo, acusado de un delito de ocupación con violencia. El piso fue precintado y protegido para evitar nuevos intentos de ocupación, una problemática que hace tiempo que da muchos quebraderos de cabeza a los vecinos de Mataró, sobre todo a los que viven en los barrios del Palau y de Cerdanyola. Estas ocupaciones vienen a menudo acompañados de episodios de incivismo y los ciudadanos se ven obligados a convivir con un nivel creciente de inseguridad.