La Policía Nacional ha detenido a un joven de 22 años, vecino de Tortosa (Tarragona), acusado de haber cometido un delito de acoso sexual a una menor de edad mediante el método del child-grooming. El arrestado se había ganado la confianza de la víctima, que reside en Madrid con su familia, a través de las redes sociales y después la manipuló para conseguir que le enviara fotografías y vídeos de contenido sexual. Esta situación se alargó durante varios meses, hasta que la madre de la menor descubrió las conversaciones que mantenían y denunció los hechos a la policía.

La acosaba a distancia a través de chats en redes sociales

La madre de la niña descubrió unos chats inquietantes de varias redes sociales en el móvil de su hija. Al ver que la menor a menudo enviaba archivos multimedia y que estos eran explícitamente sexuales, puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional de Madrid, denunciando que su hija estaba siendo víctima de un acosador. Inmediatamente, se puso en marcha un dispositivo policial que rastreó la dirección IP del presunto delincuente, situándolo en la localidad de Tortosa.

Con todo, la investigación, en la que participaron también los agentes del Grupo Policial Judicial adscritos a la comisaría de Tortosa, identificó al sospechoso y se requirió una orden judicial para hacer la entrada y registro de su domicilio, donde quedó detenido. De momento, las pesquisas policiales continúan abiertas, ya que no se descarta que haya más víctimas, así como más posibles acosadores en el entorno social del arrestado.

'Child-grooming': ¿en qué consiste?

El acoso sexual de menores, o child-grooming, generalmente llevada a cabo a través de Internet, describe una serie de conductas hechas por una persona mayor de edad con el objetivo de atraer a menores ganándose su amistad para poder abusar sexualmente de ellos, o para obtener imágenes de contenido sexual para consumo propio o para distribuirlas como pornografía infantil.

El delincuente se gana la confianza de las víctimas durante días o incluso semanas, creando una conexión de amistad que hace que el niño o la niña en cuestión confíen plenamente en él. Este primer paso es fundamental para los acosadores para facilitar su colaboración una vez les pidan fotos y vídeos sexuales.

Como medida de prevención, es imprescindible que los hijos tengan una educación correcta sobre nuevas tecnologías y explicarles que nunca tienen que enviar fotografías ni vídeos suyos a desconocidos, y tampoco revelar datos personales en las redes sociales.