La Policía de Andorra ha detenido este fin de semana a una turista barcelonesa de 24 años que había cruzado la frontera del Principado armada con una navaja automática y un espray pimienta de autodefensa, las dos cosas consideradas como armas prohibidas. De hecho, la navaja tenía una hoja de ocho centímetros, pero el simple hecho de que fuera automática ya constituía un delito en sí mismo. Guardaba todo escondido en el bolso y los agentes lo encontraron cuando la registraban después de haberla pillado robando en un establecimiento.

Aprovecha una escapada a Andorra para robar

La chica, minutos antes de ser interceptada por la policía andorrana, había entrado en una tienda de la avenida Meritxell de Andorra la Vella. Después de pasearse durante un rato por los pasillos, los trabajadores del establecimiento se dieron cuenta de que había cogido un perfume de uno de los estantes y que se lo metía en el bolso antes de abandonar el lugar sin haberlo pagado. Inmediatamente, se alertó a las autoridades a quienes pudieron dar la descripción exacta de la chica.

Con esta información, una patrulla la encontró poco después por los alrededores, la paró, identificó y registró. En el bolso que le registraron localizaron el perfume -cuyo importe era de 60 euros-, así como las dos armas prohibidas. Por este motivo, la arrestaron acusada de un delito contra la seguridad colectiva, que en el Código Penal de Andorra se refiere a todas las transgresiones relacionadas con conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas, la conducción temeraria o, como en este caso, el porte de armas prohibidas.

Con respecto al tema del hurto del perfume, la policía le abrió acta por una infracción penal, de manera que a la joven le quedaría un antecedente en el expediente, ya que no se hacen detenciones por hurtos o robos si el precio de los objetos sustraídos están por debajo de los 600 euros.