Dominique Pélicot, el jubilado de 71 años juzgado por haber drogado, violado y entregado a la que era su mujer a otros hombres para que abusaran de ella mientras yacía inconsciente en la cama, en su casa, en la comuna francesa de Mazan, ha hecho su última declaración en el Tribunal de lo Criminal de Aviñón, entre lágrimas y dirigiéndose a la víctima, Gisèle, y a su hija, Caroline Darian: "Nunca tendría que haber hecho eso, moriré como un perro". Estas duras palabras se han podido escuchar este miércoles después del desgarrador discurso que ha dado la misma Gisèle Pélicot un día antes, mirando a los ojos a sus violadores: "Siento rabia hacia estos hombres [...]. Vinieron a satisfacer sus pulsiones sexuales. Podían parar en todo momento y ni uno solo denunció".

Caroline Darian, la mediana de los tres hijos que la pareja tuvo durante los más de 50 años que estuvieron casados, cargó contra su padre, también el martes, después de que este negara haber abusado sexualmente también de ella: "Morirás en la mentira", le gritó. Durante la sesión del 19 de noviembre, se mostraron fotografías de Caroline, dormida, que aparecieron entre los centenares de archivos que requisó la policía francesa durante la investigación. "No recuerdo haber hecho estas fotos. Le puedo decir mirándole a los ojos que nunca la he tocado. Estoy triste. Caroline, nunca te he hecho nada", aseguró el principal acusado. Fue entonces que Caroline Darian, de 43 años, se levantó de la silla y contrarió a su padre a gritos. "Estás solo en la mentira. Es una pena, no tenso valor".

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Caroline Darian acusa a su padre de haber abusado de ella, como de su madre / Guillaume Horcajuelo, EFE.

Recta final del juicio

Desde el pasado mes de septiembre, Dominique Pélicot y 50 hombres más han estado sentados en el banquillo de los acusados, juzgados por haber agredido sexualmente a Gisèle Pélicot durante una década, invitados por su propio marido, que contactaba con ellos por Internet, y les ofrecía su mujer, a quien había drogado previamente para que no se enterara de nada, para que hicieran lo que querían con ella. Después de dos meses, el juicio se encuentra en su recta final, a pesar de algunos contratiempos, como la infección de orina de Dominique Pélicot, que obligó a retrasar sus declaraciones. Está previsto que la próxima semana la Fiscalía solicite las penas para los acusados, antes de escuchar a los abogados de estos.