Se llama reduflación y se trata de las trampas que están llevando a cabo los supermercados para subir los precios sin que nos demos cuenta y sin realmente cobrar más dinero por un producto. Lo que cambia es la cantidad que encontramos dentro de los envases, que disminuye manteniendo el precio. Aunque no se trata de una práctica ilegal, la indignación crece entre los consumidores, que ya han detectado al menos veinte marcas que están realizando esta práctica para no perder dinero y que seamos los compradores quienes paguemos las consecuencias de la crisis de desabastecimiento causada por la guerra de Rusia en Ucrania y las huelgas del sector de los transportes.

La trampa de los supermercados para subir los precios sin que nos demos cuenta

La principal investigadora de este fenómeno es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha analizado los precios de los supermercados este año y ha detectado que, de los 253 productos seleccionados como aparte de la elaboración de la cesta de la compra, un 7% de los alimentos envasados de marca han reducido notablemente su peso enmascarando, en algún caso, subidas de precio de hasta un 16%. Eso se extrapola en unas veinte marcas bien conocidas que han quedado en evidencia con este estudio.

Supermercado aceite / Europa Press

Las marcas hacen trampas para subir los precios sin que nos demos cuenta / Europa Press

Por ejemplo, denuncia la OCU, podría parecer que el precio medio del paquete de lomos de merluza de Pescanova ha bajado un 7,1% respecto del 2020. Pero si se tiene en cuenta la reducción de peso, que ha sido del 10%, en realidad ha subido un 3,2%. Otros ejemplos que se han evidenciado en el análisis son marcas de nuestro día a día y que lo han hecho de manera más o menos sutil, llegando a reducciones de cantidad de hasta el 10%, incluida la pasta, yogures y otros alimentos de consumo diario.

Productos de marca con menos cantidad y mismo precio

Es el caso de la pasta marca Gallo, concretamente en sus paquetes de espaguetis y macarrones, que aparentan haber subido sólo el 3,7% y 4,1% respectivamente, cuando en realidad, si tenemos en cuenta su nuevo contenido, han pegado una subida del 15,2 y 15,7% respectivamente, ya que han pasado de comercializar paquetes de medio kilo a hacerlo de 450 gramos. Con las mismas cifras encontramos marcas de mantequilla y margarina como Tulipán, que también vende 450 gramos en vez de los 500 que solían contener.

Pasta en el dente / Pixabay

La pasta Gallo, los yogures Activia y la margarina Tulipán se encuentran entre los productos afectados / Pixabay

Le siguen los tarros de Cola-Cao, que pierden 40 gramos, pasando de llevar 800 en 760 gramos, así como los yogures Activia, que son de los más sutiles. El paquete de cuatro, que normalmente pesa medio kilo, ahora pesa 480 gramos, que han conseguido reduciendo en cinco gramos el contenido de cada vasito de yogur individual. Igualmente sutiles son los snacks, como pueden ser los Doritos, que han sacado cinco nachos, equivaliendo a una pérdida de entre seis y diez gramos.

La OCU denuncia la reduflación y pide regularla

Esta trampa de las marcas, que se llenan la boca asegurando que no suben los precios, ha indignado a la OCU y a los ciudadanos que se han dado cuenta, y es por eso que la organización teme que las subidas constantes y significativas del coste de la energía impulsen a los fabricantes a reducir el peso de sus productos envasados con el fin de mantener los precios de venta. Por este motivo, la organización anima a los consumidores a estar atentos sobre posibles cambios en el peso o el formato e informen a través del correo electrónico nocuela@ocu.org, idealmente adjuntando dos fotografías del producto: antes y después de la modificación.

De hecho, es esta la principal incógnita: si, una vez cambien las circunstancias que han forzado las marcas a establecer esta estrategia, las cantidades reales volverán y dejará de encarecer la cesta de la compra. Además, la organización también muestra su preocupación por las consecuencias que eso podría conllevar en el cálculo del IPC. En el caso de la cesta de la compra de la OCU, la evolución media del precio de los productos de marca envasados ya estaría registrando una subida adicional del 0,7%, acumulando entre el 1,1% y el 1,8%. Además, este estudio llega poco después de descubrirse una estafa con el aceite de oliva, que estaba siendo falsificado.