Un hombre ha muerto a bordo de un avión que hacía ruta entre Málaga y Manchester (Reino Unido). La víctima era un turista británico que volvía a casa después de las vacaciones de Navidad, el pasado 7 de enero, cuando empezó a encontrarse mal a 11.583 metros de altura. A pesar de la rápida intervención de la tripulación de este vuelo, operado por la compañía irlandesa Ryanair, las maniobras de reanimación cardio pulmonar no dieron resultado, y el pasajero tuvo que ser declarado muerto a bordo de la aeronave. A causa de la tragedia, el piloto tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Burdeos.

Según ha detallado el diario británico Mirror, el pasajero empezó a encontrarse mal poco después de despegar en el aeropuerto de Málaga, presuntamente, por un ataque cardiaco. Los auxiliares de vuelo hicieron todo el posible para salvarle la vida, pero sin éxito. Al conocerse la muerte del hombre, el piloto anunció al resto de pasajeros que tenían que aterrizar en la ciudad más próxima. Como resultado, el vuelo tuvo que ser retrasado un día entero, y el resto de viajeros tuvo que pasar la noche en Burdeos. Los gastos del alojamiento, así como la facturación de los pasajeros al vuelo del día siguiente, fue cubierto por Ryanair. 

Pánico a bordo del vuelo

El mismo diario ha asegurado que entre los pasajeros de este vuelo de Ryanair con destino Manchester se extendió el pánico a causa del incidente. Según el testimonio de una de las personas que estaban a bordo del avión cuando ocurrió la tragedia, uno de los otros viajeros se desmayó a causa del estrés que le provocó la situación, y otras personas sufrieron ataques de ansiedad por la repentina muerte de este hombre.

Por su parte, la Oficina de Asuntos exteriores, Commonwealth y Desarrollo, FCDO, por las siglas en inglés, ha confirmado los hechos, identificando a la víctima como ciudadano británico, y han asegurado que su familia está recibiendo apoyo por parte del estado.