Este viernes, en torno a las once de la noche, un hombre de 45 años y su hijo de 10 sufrieron un accidente con el tractor con el que volvían a casa después de unas fiestas populares en la pedanía de Arrojas, a pocos kilómetros de Cudillero, en Asturias. Cuando subían por una senda inclinada, el padre perdió el control del vehículo y salió disparado, mientras el tractor se estrellaba contra un hórreo, un granero de piedra y madera que se desplomó sobre el tractor, aplastando al niño.
El menor murió en el acto
El Centro de Coordinación de Emergencias que activó varias dotaciones de los Bomberos de los parques de Pravia y Valdés, patrullas de la Guardia Civil, dos UVI móviles y una ambulancia de soporte vital básico del Servicio de Atención Médica Urgente, así como al Equipo de Respuesta Inmediata de Intervención Psicológica de la Cruz Roja. Cuando llegaron, el hombre todavía estaba vivo, pero el niño, a cuyo cuerpo los bomberos tuvieron que excarcelar al haberse quedado atrapado entre la chatarra del tractor, murió de inmediato. El padre fue trasladado urgentemente al Hospital Universitario Central de Asturias con traumatismos muy graves, donde finalmente murió la madrugada de este sábado en el quirófano.
Las dos víctimas eran muy conocidas y queridas por los vecinos, que no se explican cómo ha podido pasar una cosa así. Según parece, el padre participaba habitualmente en la romería de Santa Ana, que es de donde volvía con su hijo cuando se produjo el fatal accidente. El hombre tenía una empresa de tractores y todos los que lo conocían lo describían como una persona "responsable, prudente y gran conocedor de la zona", según declaraciones recogidas por el diario El Correo.
La Guardia Civil está investigando el suceso, y una de las principales teorías que se contemplan es que el padre haya tenido una indisposición a causa de la cual perdió el control del vehículo, cayendo de él mientras el tractor rodaba camino abajo hasta chocar con el granero de piedra.