Los vecinos del barrio antiguo de Lleida continúan en tensión a raíz de la presencia del perro de raza peligrosa que originó una batalla campal con contenedores quemados y agentes de los Mossos heridos este martes. Y es que el animal -por el que empezaron los disturbios cuando una patrulla del ARRO quiso identificar a su dueño- sigue paseándose a placer, solo y sin atar, por la zona de la plaza Josep Solams de la capital de Ponent.
La Guàrdia Urbana está sobre aviso, según el diario Segre, pero, de momento, no la han podido localizar. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación para aclarar los hechos que desencadenaron los incendios y las peleas y ya tienen a tres personas, dos hermanos y una mujer, detenidas. No se descarta, sin embargo, que se hagan más.
Brutal batalla campal por la identificación de un hombre con un perro peligroso
Todo empezó a raíz de la identificación del dueño del perro, de raza potencialmente peligrosa. Los agentes del ARRO se vieron atacados por un grupo de gente, de origen sudamericano y también de nacionalidad española, de etnia gitana, por lo que tuvieron que pedir refuerzos, según explicó ElCaso.com. Poco después, se incendiaron los primeros contenedores y los policías tuvieron que acordonar la zona para evitar que se sumara más gente a la pelea. Tres de los Mossos que intervinieron en el incidente resultaron heridos leves.
De momento, solo constan tres detenciones por un delito de atentado contra agentes de la autoridad, así como la identificación de la persona propietaria del perro peligroso, y la investigación continúa en curso.