Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 54 años como presunto autor de decenas de robos en varios municipios por todo el Camp de Tarragona. En los asaltos, el ladrón no se llevaba nunca joyas o dinero, sino que robaba tapas de alcantarillado. El arrestado sustraía las tapas de hierro de las calles haciendo palanca con una barra metálica con extremos en forma de punta, de estilo pata de cabra. Así las podía sacar más fácilmente para, después, cargarlas en el maletero de su coche. Una vez robadas, se desplazaba hasta un centro de reciclaje para poder venderlas.
Unas 4,5 toneladas de hierro por valor de más de 10.000 euros
Al recibir la primera denuncia, el pasado mes de julio, los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación sobre los hechos para descubrir quién había detrás de los asaltos. Los investigadores constataron que se habían producido una setentena de robos entre las poblaciones de Tarragona, Reus, el Catllar y la Vespella de Gaià. En todos los casos, después de llevarse las tapas de hierro, quedaban grandes agujeros, algunos de ellos muy profundos, que suponían un grave peligro para la seguridad de los peatones que caminaban por las aceras y podían caer. También para los vehículos en los casos de los agujeros en medio de la calzada.
Finalmente, los investigadores de los Mossos pudieron identificar y localizar al ladrón, que fue detenido el pasado lunes. Está acusado de varios delitos de hurto y este jueves fue poner a disposición del juzgado de guardia de Tarragona. Además, la policía catalana también detuvo a dos hombres, de 30 y 45 años, que trabajan en el centro de reciclaje donde el ladrón vendía las tapas de alcantarillado y que están presuntamente implicados en su compra. Se calcula que la setentena de tapas robadas, con un peso de 4,5 toneladas de hierro, unos 4.500 kilos, tienen un valor económico aproximado de 10.200 euros.