Sorprendente y surrealista robo el que se produjo este jueves por la noche en la ciudad de Lleida. Cada dos por tres aparecen noticias en que varios ladrones, durante la noche, aprovechando que los bares están cerrados y no hay nadie en su interior, entran en los establecimientos e intentan llevarse el dinero de la caja registradora o de las máquinas tragaperras. A veces, incluso, se pueden llevar bebidas alcohólicas o décimos de la Lotería de Navidad que haya en el interior. Pero lo que ya no es tan habitual es que los ladrones entren a robar mientras el bar está abierto y no se lleven ninguna de estas cosas.

Un asalto coordinado al bar para llevarse el futbolín

Eso es precisamente lo que pasó este jueves en el casco antiguo de Lleida. Hacia las once de la noche, agentes de policía encontraron a cuatro jóvenes que arrastraban por la calle un pesado futbolín. El juego de mesa, valorado económicamente en unos 1.000 euros, acababa de ser robado de un bar de la calle del Sant Crist de la capital del Segrià, tal como ha adelantado el diario Segre. Los policías pudieron hablar con el responsable del establecimiento, que les explicó que acababa de ser víctima de un asalto coordinado entre los cuatro jóvenes.

Uno de los individuos tenía la misión de distraer al responsable del bar, mientras dos de los otros ladrones aprovechaban para llevarse disimuladamente el futbolín del local sin que el camarero se enterara. Mientras tanto, un cuarto joven estaba en la calle vigilando que nadie les pudiera detectar. Finalmente, sin embargo, fueron pillados por los agentes de policía durante la huida y quedaron detenidos como autores de un robo. Los cuatro jóvenes, todos ellos de entre 20 y 22 años, fueron trasladados hasta las dependencias policiales. No ha trascendido si su intención era revender el futbolín y quedarse los 1.000 euros que valía o si se lo querían llevar a casa para echar las partidas gratis.