Los Mossos d'Esquadra interceptaron esta noche, en un área de descanso de la carretera C-32, a su paso por el Maresme, un vehículo que realizaba una conducción errática, y cuando se acercaron para saber qué estaba pasando se llevaron una sorpresa mayúscula. Los dos agentes de Trànsit de la comisaría de Mataró no se lo podían creer: un niño de 11 años iba al volante del coche. Lo avanza ElCaso.com.
Era el hijo de un hombre que, con orgullo de padre, se sentaba en el asiento del copiloto, viendo cómo el niño conducía, de noche, por esta zona de descanso donde, aunque no era exactamente una autopista —el peligro aún habría sido mayor— sí que había otros coches circulando. Los agentes de los Mossos identificaron al padre y al hijo e intentaron averiguar qué estaba pasando. La excusa del padre, por haber dejado conducir al hijo, es aún más inverosímil: según el hombre, había permitido a su chaval de 11 años conducir porque tiene mucha afición y "le gusta mucho". Una temeridad que le saldrá más cara que haberlo llevado a los coches de choque de una feria.
Denunciado penalmente por haber permitido que el hijo condujera
Los agentes de Trànsit de los Mossos informaron al hombre de que sería denunciado por permitir y facilitar la conducción a su hijo menor del vehículo dentro de una vía abierta al tráfico, por infracción del artículo 384.2 del Código Penal. Según la redacción de este artículo, el padre, supuestamente, cometió el delito de conducción sin carnet como autor mediato, es decir, que permitió que su hijo, que no tiene 18 años y, evidentemente, nunca ha tenido el permiso de conducir, hiciera uso del vehículo en un espacio abierto, con otros coches también en la misma vía. No solo poniendo en riesgo la vida de ambos, sino también la de los demás usuarios de esta salida en el área de descanso de la carretera C-32, en el término municipal de el Masnou. Igualmente, los Mossos d'Esquadra han informado esta mañana de los hechos a la Fiscalía de Menores, por si deben actuar también contra el menor de edad, aunque, por no tener más de 14 años, no es penalmente imputable. Esta afición prematura del joven imitador de Fernando Alonso le saldrá cara al padre, que deberá dar explicaciones ante el juez. Incluso podría acabar en prisión: el artículo 384.2 del Código Penal prevé una pena de entre 1 y 6 meses.
La hemeroteca está llena de casos de padres que, contradiciendo la ley, enseñan a conducir o dejan los vehículos a sus hijos. La mayoría, sin embargo, tienen entre 14 y 17 años. Cuesta encontrar —y tampoco los especialistas en Trànsit de los Mossos, consultados por ElCaso.com, recuerdan— un caso como este, con un menor de edad tan joven al volante de un vehículo. Al menos, que hubiera sido sorprendido por la policía y en una carretera con peligro... y de noche. Cuando la policía los localizó, faltaban pocos minutos para las diez de la noche. Este niño no solo no debería conducir. Ya debería estar en la cama.