La diáspora ucraniana que, antes y después del inicio de la invasión rusa, abandonó su país, ha encontrado en nuestra casa un sitio, cuando menos, seguro. Seguro, aunque, si no tienes problemas con tus compatriotas. Es el caso de un joven de 20 años de nacionalidad ucraniana, protagonista de una historia truculenta que hizo que los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría de Ciutat Vella se tuvieran que arremangar para evitar una desgracia. El caso, que acabó bien, lo lideró, de manera exprés, el sargento subjefe de la Unidad de Investigación y varios agentes, que han sido felicitados por el jefe de la comisaría, el intendente Martín.

Los Mossos d'Esquadra de la comisaría del distrito de Ciutat Vella tuvieron conocimiento, por parte de la pareja de la víctima, que un joven de 20 años había sido secuestrado, retenido contra su voluntad, por un compatriota suyo y dos personas más. Una deuda económica parecía el móvil. La víctima se encargaba de facilitar préstamos a otras personas ucranianas que viven en Barcelona, pero uno de estos negocios había ido mal.

Supuestamente, uno de los hombres que le había dado el dinero con el fin de facilitarlo a uno tercero quería recuperar el dinero, unos 2.000 euros, pero a quién se lo habían dejado había desaparecido. El propietario del dinero quería recuperarlo y los intereses que habían pactado, pero la víctima no tenía como cobrarlo. Tras varias negociaciones fallidas, con el que le había dejado el dinero, con dos personas más, lo retuvo para intentar recuperar el dinero. Lo asaltaron por la calle y fueron hasta su casa, en Ciutat Vella, donde él tenía 700 euros, que les dio. El préstamo, no obstante, todavía no estaba saldado. Faltaban 1.300.

Secuestrado en una casa ocupada de Sitges

La pareja de la víctima pudo ver quiénes eran los secuestradores de su pareja, pero no pudo hacer nada para evitar que se lo llevaran. Lo trasladaron hasta una casa ocupada de Sitges donde vivían los tres. Uno de ellos, el que le había dejado el dinero, es un hombre peligroso, con antecedentes policiales y relacionado con grupúsculos ultras de Kyiv, la capital de Ucrania, y la brigada Azov, ultranacionalista. Lo tuvieron toda la noche durmiendo en un sofá en un parking de esta casa en el Garraf. Aunque no lo torturaron ni casi lo tuvieron atado, el hombre estaba tan atemorizado que ni intentó escapar.

Al día siguiente por la mañana los secuestradores se pusieron en contacto con la mujer para pactar la entrega del joven si pagaba los 1.400 euros que faltaban de los 2.000 que, supuestamente, el hombre debía a sus raptores. Fue en aquel momento, en torno a las nueve de la mañana, que la mujer llamó al 112 y explicó los hechos. Una patrulla de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Ciutat Vella se desplazó hasta casa de la pareja y confirmaron que los hechos eran creíbles y activaron la Unidad de Investigación. Durante estos primeros momentos, la mujer recibió una llamada de los secuestradores diciendo un lugar y una hora donde tenía que llevar el dinero. En menos de dos horas, a las once, en la estación del metro de Lesseps, en la parte alta del barrio de Gracia. Los Mossos no tenían tiempo para perder.

Rescate del ucraniano secuestrado

Los investigadores de la Unidad de Investigación de la comisaría de Ciutat Vella asumieron el caso y se organizaron para poder detener a los secuestradores y liberar al hombre. Sin tiempo para activar unidades centrales, como el especialista en secuestros o unidades de intervención, como el ARRO, para hacer más fácil la detención, los investigadores se pusieron manos a la obra. La mujer, desde casa, fue contactando con los secuestradores de su pareja simulando que ya había conseguido el dinero y que estaba yendo hacia Lesseps para entregarlos. Los secuestradores también cumplieron. Uno de ellos, con la víctima, se presentó en el lugar pactado, a la salida del metro, esquina con General Mitre. Los agentes confirmaron que eran ellos, secuestrador y víctima. Con pocos según, y de manera muy limpia, agentes de paisano redujeron y detuvieron a uno de los hombres y liberaron el otro. Los otros dos sabían quiénes eran y dónde encontrarlos, y los detuvieron poco después. Ingresaron en prisión.

Esta rápida actuación policial de los investigadores de Ciutat Vella fue clave para salvar al hombre y poder liberarlo. Fueron los mismos agentes de esta unidad de la comisaría del distrito los que se desplazaron hasta Gracia para hacer la detención y después también hasta Sitges para detener a los otros dos implicados, hombres de entre 20 y 40 años, todos de nacionalidad ucraniana, peligrosos y con antecedentes. La actuación, de finales de 2023, ha valido una felicitación pública a los agentes que participaron, bajo el mando del experimentado subjefe de la unidad, un sargento bregado en la investigación criminal.