Sara Gómez era una mujer de 39 años de Alcantarilla (Murcia): era madre de dos hijos, una apasionada del deporte y del mundo de la belleza. Por este mismo motivo, decidió hacerse una lipoescultura, que es una operación, que sirve para eliminar el exceso de grasa de la zona abdominal.
Sara no tenía grasa suficiente para hacerse esta operación, según otros cirujanos
Sara se había hecho una abdominoplastia con anterioridad y, por si no fuera poco, no tenía grasa en la zona de la barriga y, por lo tanto, no tenía mucho sentido hacerse esta cirugía estética. Así y todo, según una amiga de la víctima, pidió consejo a otros médicos, que le dijeron que no era una buena idea hacerse esta operación, ya que no tenía grasa suficiente.
No obstante, la mujer fue hasta la clínica Galena de Cartagena y habló con el médico que la operó. Le explicó que se había hecho una abdominoplastia con anterioridad y si había algún problema al hacerse la operación y él le dijo que se la podía hacer sin ningún problema.
"Ella no tenía grasa para hacerse esta operación. Los otros médicos le dijeron que no, pero este le dijo que sí"
"Ella no tenía grasa para hacerse esta operación. Los otros médicos le dijeron que no, pero este le dijo que sí. Una operación aparentemente simple se complicó", explica Maria, una amiga de Sara Gómez.
La operación solo le costó 5.700 euros, unos hechos que sorprendieron mucho a la gente de su alrededor, ya que normalmente, estas operaciones suelen ser mucho más costosas. Se trataba de una operación sencilla, pero por causas que todavía se están investigan, se empezó a complicar todo.
"Lesiones más propias de una pelea con arma blanca"
El 2 de diciembre, cuando Sara entró en quirófano y todo se complicó. El cirujano dijo a su familia que todo había ido bien, pero era mentira. El estado de la mujer empezó a empeorar y fue trasladada a la UCI con "lesiones más propias de una pelea con arma blanca que de una operación," explica el abogado de la familia.
El médico que la operó dice que "fue un trabajo bien hecho"
Después de un mes luchando entre la vida y la muerte, finalmente, Sara ha muerto a consecuencia de las múltiples lesiones generadas por la operación y su familia ha denunciado al cirujano que lo ha operado por homicidio imprudente. Así y todo, según el médico, la operación de Sara "fue un trabajo bien hecho", unas declaraciones que han causado gran indignación a la familia.
La jueza emite una orden de detención del médico
Por si no fuera poco, el médico no se presentó a declarar a los juzgados porque "se le comunicó de un día para otro". Por este mismo motivo, la jueza ha dictaminado una orden de detención. El hombre se podría enfrentar a penas de prisión y a sanciones económicas muy elevadas por un presunto delito de homicidio imprudente.