Entraba en el gimnasio con una bolsa y se dejaba grabar por las cámaras de seguridad saliendo con dos o tres. Este error de principiante ha hecho caer a una ladrona quien, según todos los indicios, había vaciado hasta catorce taquillas en un mes. Los robos, hechos entre el 14 de julio y el 10 de agosto, afectaron a usuarios de un gimnasio del distrito de Sant Martí de Barcelona y procuraron a la delincuente un botín de más de 5.300 euros entre ropa, dinero en efectivo y aparatos electrónicos.

Las sucesivas quejas de varios usuarios que alertaban de que les faltaban cosas de las taquillas, después de que alguien las hubiera forzado, pusieron en alerta a los trabajadores de las instalaciones. Fijándose en cómo una mujer en concreto salía más cargada de lo que había entrado levantó todas las sospechas y, cuando esta misma mujer pidió a una de las empleadas que le abriera el candado de una de las taquillas con unos alicates, haciendo ver que se había dejado las llaves, decidieron pedir ayuda a un agente de los Mossos d'Esquadra fuera de servicio, también usuario de este gimnasio, para pedirle explicaciones y confirmar que se trataba de la ladrona.

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Algunos de los objetos sustraídos de las taquillas del gimnasio afectado / CME.

Desgraciadamente, la sospechosa se dio cuenta de lo que pretendían y se fue del gimnasio antes de que el agente la pudiera interrogar o comprobar si realmente era ella la usuaria de aquella taquilla en concreto. Con todo, el agente puso los hechos en conocimiento de la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Sant Martí, que abrió diligencias.

Pillada por las cámaras de seguridad

Al revisar las grabaciones de las cámaras del gimnasio, los investigadores comprobaron que la sospechosa estaba allí en todas las fechas y franjas horarias en las que se habían detectado los robos. Además, en la mayoría de los casos, salía de las instalaciones más cargada de lo que estaba cuando había llegado, con varias bolsas que no tenía antes.

Con estos indicios, el pasado 22 de septiembre localizaron y detuvieron a la mujer, de 49 años, sin antecedentes y la nacionalidad de la cual no se ha comunicado, e hicieron una entrada y registro en su piso, donde encontraron una cincuentena de objetos supuestamente sustraídos de las taquillas del gimnasio: móviles, auriculares, relojes, bolsos y documentación de algunas de las víctimas. El pasado 24 de septiembre fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia acusada de catorce robos con fuerza.