Un auténtico horror. Eso es lo que vivían, a pesar de no ser muy conscientes, un niño de 2 años y su hermana de nueve meses. Maltratos salvajes, falta de higiene y unas condiciones de vida infrahumanas se habían convertido en la tónica habitual día tras día. Todo se acabó la madrugada del pasado jueves, sin embargo, cuando alguien alertó a la Policía de un posible caso de maltratos en la barriada de las Casitas Rosas de València, tal como ha adelantado Levante-EMV. Los agentes se desplazaron al lugar y hablaron con la víctima, una mujer que se encontraba bajo los efectos de las drogas, pero esta les negó que hubiera sufrido cualquier tipo de maltrato.

No obstante, el estado en que se encontraba la casa, llena de cristales rotos y basura o colillas y preservativos usados por el suelo, llamó la atención los agentes. Al oír los llantos de dos niños, se empezaron a preocupar y, al comprobar el estado en que se encontraban, solo llevando unos pañales cagados que no les habían cambiado, decidieron alertar rápidamente a la Fiscalía de Menores y al Servicio de Atención en Urgencias Sociales (SAUS) del Ayuntamiento de València. Los menores fueron trasladados a las Urgencias Pediátricas del Hospital Clínico de València para que les hicieran varias pruebas y se comprobara su estado.

Maltratados, drogados y llenos de suciedad

Las pruebas realizadas para saber si habían consumido tóxicos, dio positivo en cocaína, según detalla el medio citado. Además, el hermano mayor también tenía restos de benzodiacepina. Los dos presentaban signos evidentes de maltratos, con lesiones que podrían ser compatibles con quemaduras de cigarrillo. Con respecto a su higiene corporal era nula, estando llenos de suciedad y haciendo mal olor. Por este motivo, la sección del Menor de la Conselleria de los Servicios Sociales ha asumido la tutela de urgencia de los dos menores.

Ante todas estas evidencias, los padres han sido detenidos acusados de ser los presuntos autores de los delitos de maltratos en el ámbito familiar y abandono de la familia. Además, también se les acusa de un delito contra la salud pública, ya que en el momento de su detención llevaban encima más de 3.800 euros en efectivo y 40 gramos de hachís. El hombre, de 26 años, y la mujer, de 20, los dos de nacionalidad española, fueron dejados en libertad después de declarar ante el juez sin ninguna medida cautelar más allá de la retirada de la custodia de los niños.