Trágico incidente en Avià, en el Berguedà (Barcelona), este sábado por la mañana. Un hombre de 77 años ha aparecido muerto en uno de los canales del municipio después de que se le perdiera la pista el viernes por la tarde, según ha podido saber ElCaso.com. La familia alertó al teléfono de emergencias 112 alrededor las seis y media, preocupados porque el anciano había salido de casa, pero ya no había vuelto, y tampoco conseguían ponerse en contacto con él. Desde la central de emergencias se avisó a los Mossos d'Esquadra, que empezaron a patrullar la localidad, y también a los Bombers de la Generalitat, que activaron una treintena de dotaciones para intentar encontrarlo.

Durante toda la noche y la madrugada de este sábado, dotaciones del Grup de Recolzament d'Actuacions Especials (GRAE) -también con la unidad subacuática-, de la Unidad Canina y de Drones, del Equip de Prevenció Activa Forestal (EPAF) y el helicóptero MAER han peinado toda la zona en un radio de 500 metros desde el último sitio donde lo vieron, en una búsqueda intensiva que ha concluido esta mañana de la peor manera posible. Y es que, dentro de uno de los canales, ha aparecido un cadáver que, finalmente, se ha confirmado que pertenece al hombre desaparecido.

Los Mossos investigan la desaparición

De momento, no han trascendido más detalles sobre la desaparición de este hombre, cuyas circunstancias están bajo investigación del Mossos d'Esquadra. Según ha podido saber este medio, ha sido uno de los perros de los Bombers, Xai, quien ha hecho posible localizar el cuerpo después de marcar el canal donde había cogido el rastro. Los efectivos de rescate han sacado el cuerpo del agua, y han comprobado que ya estaba muerto; no se ha podido hacer nada para salvarlo, desgraciadamente.

CORDERO
Xai, el perro de los Bombers que ha localizado el cuerpo del desaparecido / Cedida.

Ahora, el cuerpo se enviará al Instituto de Medicina Legal (IML) de Catalunya donde le practicarán la autopsia para determinar las causas exactas de la muerte. Según las primeras informaciones, el hombre no tenía ninguna enfermedad previa que justificara una posible desorientación, aunque este extremo se tendrá que confirmar por parte de los profesionales del anatómico forense.