La ronda de Sant Antoni se ha convertido en el epicentro de los ladrones multirreincidentes en la ciudad de Barcelona. Esta madrugada del miércoles, en pocas horas de diferencia y en tres operaciones diferentes, los Mossos d'Esquadra han detenido hasta cuatro delincuentes por tres robos en este punto de la capital catalana. Se trata, según ha podido saber ElCaso.com, de cuatro hombres de nacionalidades española, filipina, marroquí y guineana, que acumulan entre todos ellos más de 130 antecedentes policiales por hechos similares y a quien los Mossos detienen una vez por semana.

Cuatro detenidos en la ronda de Sant Antoni en tres operaciones diferentes

La primera de las detenciones, cuando pasaban pocos minutos de la una y media de la madrugada, se ha producido después de que, en el marco del plano Tremall para evitar robos, una patrulla de paisano de la policía catalana viera a dos individuos vigilando los portales de los edificios. Los agentes los han seguido hasta que han forzado la puerta de un bloque de pisos y han entrado. Los policías se han quedado a fuera y han esperado a que salieran, momento en que los han identificado y los han registrado. Aunque no llevaban ningún botín encima, sí que llevaban cuchillos, destornilladores y otras herramientas necesarias para cometer robos. Por eso, los dos hombres, de 37 y 44 años, han sido arrestados.

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Uno de los ladrones llevaba una veintena de portátiles robados en tres mochilas. / Mossos d'Esquadra

Al cabo de unas horas, hacia las cuatro y cuarto de la madrugada, otros agentes que hacían tareas de vigilancia para evitar robos en la zona, han visto cómo el vidrio de un restaurante estaba roto y tenía restos de sangre. Al inspeccionar los alrededores, los policías han visto que había un hombre sospechoso cargado con tres mochilas, así que han decidido pararlo y registrarlo. Al mirar dentro de las bolsas, han encontrado una veintena de ordenadores portátiles que, según han podido averiguar, habían sido sustraídos poco antes de la Escola Pia Sant Antoni. Por este motivo, el hombre, de 32 años, ha sido detenido. Sin embargo, no había nada que indicara que él era la persona que había asaltado el restaurante.

Así pues, los agentes de los Mossos han seguido patrullando por la ronda de Sant Antoni buscando quién era el ladrón que había asaltado por la fuerza el establecimiento de restauración. Siguiendo un pequeño rastro de gotas de sangre que había ido dejando al ladrón después de cortarse rompiendo el cristal, han podido llegar hasta el presunto asaltante, un hombre de 43 años con múltiples antecedentes. El hombre tenía la mano ensangrentada y, aunque se la ha intentado esconder en el bolsillo al ver llegar a la policía, no ha podido disimular y ha acabado detenido. El ladrón a duras penas había conseguido robar unas cuantas monedas.