Este domingo por la noche, una treintena de personas se enzarzaron en una pelea multitudinaria con puñetazos y patadas por, según parece, el robo de un teléfono móvil. Todo empezó alrededor de las ocho menos cuarto, que es la hora a la que los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso de que en la Plaça Major de Olot había un numeroso grupo de personas gritándo y pegándose entre ellas. La policía catalana desplegó patrullas de seguridad ciudadana y también unidades antidisturbios, pero, cuando llegaron, ya no había nadie.

La Policía Local de la capital de la Garrotxa también envió efectivos al lugar de la pelea, que habría enfrentado a dos grupos diferentes después de que un miembro de una de las bandas le arrebatara el móvil a un integrante del otro. Eso provocó que los amigos de la víctima del presunto robo se enfrentaran con el ladrón, a cuya ayuda llegó más gente, provocando un enfrentamiento abierto que asustó a los vecinos y peatones que se encontraban en aquellos momentos por la plaza.

Algunos heridos pero ningún detenido

Cuando llegaron los policías, los dos grupos ya se habían dispersado. Según fuentes policiales, el incidente se resolvió sin ningún detenido, a pesar de que sí que registraron a algún herido de poca consideración que pudieron ser atendidos y dados de alta en el mismo sitio de los hechos por los sanitarios del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) también alertados por los servicios de emergencias.

Para prevenir un nuevo enfrentamiento entre estos dos grupos, algunos furgones de los Mossos d'Esquadra se quedaron patrullando por los alrededores, sobre todo por la avenida Sant Jordi, a la altura del Parque Espunya. Afortunadamente, la noche continuó tranquilamente sin que se produjeran más incidentes, y la policía catalana no tuvo que intervenir en más disturbios durante el domingo.