El actor Roberto Gilabert, un joven de Castellón, dio el salto a la fama internacional tras un accidente que le dejó en silla de ruedas. Esta es la historia de cómo llegó a ser estrella del cine en China tras años sin poder caminar.

Roberto Gilabert, la estrella española en China

Roberto empezó practicando judo siendo muy pequeño: "Las artes marciales siempre han sido una tradición familiar, con cinco años me regalaron el primer kimono y comencé a hacer judo. Más adelante, con trece años, empecé a especializarme en el Kung Fu chino" explicaba a los micrófonos de la cadena Cope.

La tragedia que le cambió la vida llegó con 21 años, cuando en pleno combate recibió un golpe en la columna vertebral que le lesionó uno de los discos, quedando en silla de ruedas, sin poder caminar.

Tras una operación crucial le aseguraron que el pronóstico no era favorable y que las artes marciales no podrían volver a formar parte de su vida. Sin embargo, Gilabert no se resignó y tras cinco años de duro entrenamiento y rehabilitación consiguió recuperarse.

Se hace de oro después de un accidente que le cambió la vida

Durante la recuperación se interesó por la interpretación, pese a la oposición de sus padres: "A mi familia no le gustaba que fuese actor, ya que no estaba muy bien considerado y empecé a actuar en la sombra", admitía en la entrevista. 

Roberto Gilabert / Wikimedia Commons

Roberto Gilabert / Wikimedia Commons

Cambiado totalmente a raíz del accidente y de nuevo sobre sus pies, decidió cumplir su sueño y viajar a China para convertirse en actor especialista en artes marciales.

Los primeros meses no fueron nada fáciles, pero Roberto ya era experto en levantarse tras las caídas. Sin saber chino y muy poco inglés se apuntó a un programa universitario para convertirse en instructor internacional de artes marciales y su formación le consiguió una entrada la actuación.

Conoce a su ídolo y dirige, guioniza y actúa

Sus primeros papeles fueron como figurante o doble en películas de acción. Y su día soñado llegó cuando trabajaba en una obra de teatro y un empleado de la productora de Jackie Chan descubrió su talento y le invitó a participar en un casting.

Allí encontró a su ídolo desde siempre, el actor de artes marciales más conocidos, Jackie Chan, que tenía su currículum y foto entre las manos. Fue seleccionado y empezó a trabajar junto a él.

Tras pasar por el infierno de la rehabilitación se convirtió en una estrella del cine en China, donde ya ha trabajado en más de cincuenta películas y participado en veinte series de televisión.

Es, además, polifacético y sus papeles pasan desde un príncipe indio a un vampiro, pasando por un capitán de las Fuerzas Aéreas. También escribe guiones y dirige producciones, convirtiéndose en un gran ejemplo de superación.