Insólito robo el pasado 4 de octubre en Manresa (Barcelona). Una mujer sufrió el hurto de su móvil y al mirar la geolocalización para averiguar dónde se lo habían llevado los ladrones se sorprendió al ver que se encontraba en la comisaría de los Mossos d'Esquadra. Cuando llegó se encontró cara a cara con los supuestos autores, que habían sido detenidos solo unos minutos antes por una patrulla que en aquel momento se afanaba a identificarlos y averiguar a quién pertenecían los objetos sustraídos.

Todo empezó cuando un agente de los Mossos fuera de servicio que hacía la compra en un supermercado del municipio se fijó en el comportamiento sospechoso de tres personas que rondaban por el parking y parecía que vigilaban el entorno y a los clientes. Cuando se marcharon con un coche, donde los esperaba una cuarta persona, avisó a la Unidad de Investigación dándoles la descripción tanto de los tres potenciales delincuentes como del turismo con el cual se habían marchado. Pocos minutos después, una patrulla los interceptó y durante el registro encontraron un bolso y dos móviles cuyo origen no supieron justificar.

Pillados y detenidos en cuestión de minutos

Viendo que se podría tratar de un posible robo, los agentes escoltaron a comisaría a estas cuatro personas, de entre 24 y 57 años, cuyas nacionalidades los Mossos no han facilitado, para identificarlas. Mientras hacían estas gestiones, llegó una mujer que explicó que le acababan de robar el bolso con el móvil y que el GPS le marcaba que estaba en dependencias de la policía catalana. Sospechando que uno de los dos móviles recuperados podría ser el suyo, se lo mostraron; efectivamente, se trataba de su teléfono, que pudo recuperar.

Con respecto al segundo móvil, se pudo averiguar que lo habían sustraído en Barcelona e iniciaron las gestiones necesarias para encontrar al propietario. Los cuatro sospechosos quedaron detenidos por un delito de hurto, a la espera de pasar a disposición judicial.

El método de la siembra

En este caso, los ladrones utilizaron el método conocido como el de la siembra para hacerse con los objetos sustraídos. Esta técnica consiste en abordar a gente en los parkings de tiendas y supermercados mientras están guardando la compra en el maletero del coche. Haciéndoles creer que se les ha caído alguna cosa al suelo, los distraen mientras un cómplice abre la puerta delantera del coche y se lleva todo lo que puede y se marchan rápidamente del lugar antes de que la víctima se dé cuenta del hurto.