Hay ladrones que se defienden con uñas y dientes. Algo parecido ha sucedido en un establecimiento de hostelería de La Rábita, en la provincia de Granada, cuando un hombre de 30 años entró a robar en el local y la policía lo sorprendió cometiendo el asalto. La Guardia Civil ha detenido al individuo que descubrieron robando en el establecimiento granadino, quien, al verse acorralado, mordió y agredió con un palo a uno de los guardias civiles, según ha informado el Instituto Armado este domingo. Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del pasado jueves 17 de octubre.

El hombre fue sorprendido en el interior de un bar en La Rábita y, en cuanto vio a los agentes, rompió una marquesina y se hizo con un palo para golpear a uno de los guardias civiles que iba a detenerlo por el asalto. Pese a esta agresión, el otro guardia civil logró inmovilizarlo por la espalda, provocando que tanto el policía como el ladrón cayeran al suelo. Tras el percance y quedar estirados, el ahora arrestado mordió en una pierna a este agente de la Guardia Civil que lo había conseguido bloquear. Finalmente, fue detenido acusado de un delito de robo con fuerza y de otro de atentado a agentes de la autoridad.

Saltó la alarma y la Guardia Civil lo pilló in fraganti

El ladrón entró en el establecimiento de hostelería, pero, muy probablemente, no pensó en que podría tener instalada una alarma. De hecho, cuando saltó, inmediatamente después, una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil acudió al bar y los agentes, que resultaron heridos leves tras la agresión con un palo y los mordiscos, impidieron que el robo se consumara y detuvieron al supuesto autor del asalto. El arrestado, de quien no consta domicilio conocido ni más detalles más allá de que tiene 30 años, está acusado del robo con fuerza y de atentado a agentes de la autoridad, por los mencionados ataques durante la intervención policial.