Hacía tiempo que la policía iba detrás de un ladrón de bancos aficionado al buceo que robaba en España y después escapaba a Turquía para disfrutar, supuestamente, del dinero conseguido en los asaltos. Finalmente, después de varias peripecias, agentes de la Unidad Central de Atracos (UCAT) de los Mossos d'Esquadra lo pudieron identificar y, finalmente, conseguir que fuera detenido en Italia, el país que utilizaba como puente para ir hacia Turquía después de cada asalto. La investigación ha sido larga, pero finalmente se ha podido llevar en el Estado, vía la Audiencia Nacional, para que responda por varios delitos, entre otros, los dos últimos, que fueron los que motivaron el inicio de la investigación de los Mossos: uno en Castelldefels y otro en Hontalbilla, en Segovia.

 

El primer robo que asumieron los Mossos fue el 13 de junio de 2024, en una oficina de CaixaBank en Castelldefels, en Barcelona, cuando un individuo simuló tener problemas con un cajero automático ubicado en el exterior de una sucursal. Esto provocó la presencia de un trabajador de la entidad que, al llegar ante el cajero, fue sorprendido por el hombre, que exhibió un arma blanca y le exigió tanto el dinero del cajero como los de la caja fuerte. El trabajador alertó con un grito al resto de compañeros, hecho que disuadió las intenciones del atracador, que abandonó rápidamente el lugar. No se pudo llevar ni un euro.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento no dejaron ningún tipo de duda. Era un hombre de nacionalidad española, nacido en Madrid en 1979, que estaba en busca y captura por varias policías de todo el Estado por múltiples robos en bancos. Era un ladrón de bancos conocido en el ámbito policial. Aunque mediáticamente no tenía renombre, todos los policías especialistas en atracos sabían quién era. Las imágenes lo confirmaron. Además, después de identificarlo, se pudo determinar que tenía tres órdenes de detención pendientes por varios asaltos violentos en bancos y que, después de cometerlos, huía a Turquía haciendo escala en Italia en pocas horas. Por redes sociales, según ha podido saber ElCaso.com, los agentes de esta unidad dedicada a los atracos descubrieron que solía viajar a una zona concreta de Turquía. Tenían todas las antenas puestas, y el 29 de julio se volvieron a encender las alarmas.

El mismo ladrón también había asaltado un banco de Segovia antes de viajar a Italia

El mismo ladrón asaltó un banco de la misma entidad en Hontalbilla, en Segovia. En este caso, utilizó un arma de fuego y consiguió un botín de 60.000 euros. Escapó y recorrió más de 600 kilómetros con un coche alquilado por una pareja, dos cómplices. Lo dejaron en la terminal de ferris, pero algo falló y volvió al hotel donde estaban sus cómplices. Y aquí fue donde los Mossos pudieron ganar ventaja. Aunque se había registrado en el hotel con una identidad falsa, los Mossos ya iban un paso por delante y sabían qué identidad utilizaba, en el marco del caso Companyia. Cuando llegaron al hotel, ya no estaba. Ya había vuelto al puerto y estaba en dirección a Italia en un barco. El experimentado ladrón sabía que huir en las horas posteriores al asalto era clave y, además, hacerlo en avión era demasiado arriesgado, así que siempre utilizaba ferris, donde los controles son más laxos. Le había funcionado hasta que se topó con los Mossos.

Los agentes de la policía catalana, sin embargo, pudieron contactar con la Policía Nacional y los Carabinieri italianos, que lo identificaron cuando llegó a Civitavecchia, junto a Roma, y lo detuvieron por llevar documentación falsa. Ingresó en prisión. Llevaba encima una parte del botín, 10.000 euros. El resto se lo habían quedado los cómplices, que después le hacían llegar el dinero en Turquía por otros medios, donde él se los gastaba en buceo y también, según ha podido saber ElCaso.com, en la construcción de una casa. El dinero que, supuestamente, robaba, lo podía aprovechar más en aquel país, donde el coste de la vida es inferior al de España.

Extraditado desde Italia

Los agentes de la Unidad Central de Atracos (UCAT) informaron al juzgado de Madrid, que lo buscaba por un atraco en Alcalá de Henares, y tramitaron una orden de detención y entrega europea, que se hizo efectiva el pasado 6 de enero. Cuando fue extraditado de Italia a Madrid, al llegar a Barajas lo estaban esperando los investigadores de los Mossos, que le comunicaron que quedaba también formalmente detenido por la tentativa de Castelldefels y el asalto de Segovia. "Se quedó blanco", explican fuentes policiales, porque no se imaginaba que le seguían la pista desde el atraco fallido de Castelldefels. Ahora espera entre rejas que lleguen los juicios de los diversos casos que tiene pendientes. El pasado 14 de febrero, los Mossos d'Esquadra, en colaboración con agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, registraron la casa de la pareja, los cómplices del principal investigado, en Madrid y Mejorada del Campo, donde vivían, por si encontraban indicios relacionados con el asalto de Segovia.