Este lunes de madrugada, un hombre ha robado un autobús de unas cocheras de Gijón, ha conducido casi 30 kilómetros hasta Avilés, ha reventado el escaparate de una tienda estampándose contra ella y ha robado una bicicleta de 7.000 euros con la que ha huido. Su aventura ha acabado en detención poco después de las cinco, cuando una patrulla de la Policía Nacional, alertada por un vecino que se desveló con el ruido del cristal rompiéndose, lo ha atrapado.
El arrestado, según la primera reconstrucción de los hechos, forzó la entrada de una cochera de autobuses de Gijón en torno a las cuatro de la madrugada y sustrajo uno de los vehículos. Las razones de este peculiar robo no están claras, pero, sin duda, el hombre condujo media hora hasta la avenida de Los Telares de la vecina Avilés, donde chocó con un semáforo y, seguidamente, con la tienda especializada en bicicletas. No sufrió ninguna lesión, y al ver que había roto la entrada del establecimiento decidió entrar y coger una de las bicis y escapar pedaleando por la calle Concepción Arenal.
Intenta huir con la bicicleta robada, pero lo acaban pillando
Por la hora que era, el ladrón posiblemente pensó que nadie lo vería. Pero no contaba con que el estruendo que provocó con el choque despertaría a un vecino del edificio en cuyos bajos estaba la tienda. Este inquilino le hizo una foto desde el balcón y llamó a la policía, indicándoles también por qué calle se había marchado con la bicicleta.
Gracias a la imagen facilitada por el testigo, a pocos metros del establecimiento, en la calle Marcos del Torniello, la patrulla de la Policía Nacional activada para atender la incidencia lo pudo identificar; todavía pedaleaba la bici que acababa de robar. Lo pararon y detuvieron sin problemas, recuperando el vehículo sustraído y trasladando al hombre a la comisaría de Avilés.