La investigación del caso de la muerte del fundador de Mango, Isak Andic, el pasado 14 de diciembre, ha sido reabierta por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Martorell (Baix Llobregat), aunque la principal hipótesis sigue siendo la de un desafortunado accidente. El empresario, de 71 años, perdió la vida tras caer al vacío desde una altura de unos 150 metros cuando hacía una ruta por un camino cerca de las cuevas del Salnitre, en Montserrat, en el término municipal de Collbató. A pesar de que la investigación de los Mossos d'Esquadra determinó que había sido un accidente, el caso se ha reabierto para que la policía catalana pueda completar los atestados que se entregaron al juzgado, según ha avanzado El Periódico. Para ello, han analizado el teléfono de la víctima y también han tomado declaración a varios testigos del accidente.

No consta, por ahora, que ningún nuevo testigo o el testimonio del hijo, que le acompañaba en aquella salida, deban modificar la consideración de la muerte de uno de los hombres más ricos de España, que todo apuntaba y apunta a un accidente. El País, sin embargo, sí apunta que la versión que dio el hijo de Andic es "incongruente" con el análisis del accidente, aunque, al mismo tiempo, aseguran, según fuentes policiales, que no creen que Jonatan Andic oculte información o quiera entorpecer la investigación.

Un accidente mientras hacía una excursión con su familia

Los servicios de emergencias fueron alertados alrededor de la una del mediodía del 14 de diciembre, un sábado, sobre la caída de una persona. Desde el 112 se activaron patrullas de los Mossos, dotaciones de los Bomberos de la Generalitat y ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Los efectivos pudieron confirmar que se trataba de Isak Andic, fundador de Mango, que había ido a Montserrat a hacer una excursión acompañado de su hijo y de su esposa. La familia no era la primera vez que hacía esta ruta, pero ese día Andic perdió el equilibrio y cayó sin que se pudiera evitar el trágico desenlace.

Fueron los agentes de la Unitat d'Intervenció de Muntanya (UIM) de los Mossos los encargados de rescatar el cuerpo, ya sin vida, del hombre, que fue trasladado al Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya para practicarle la autopsia. El informe de los forenses reiteró la línea de investigación abierta por la policía catalana, la del accidente. Ahora, el caso se ha vuelto a abrir por una cuestión más judicial que policial. La policía catalana no cree que las nuevas diligencias modifiquen la tipificación; ahora bien, fuentes policiales han asegurado que se agotarán todas las vías de investigación sin que, por ahora, se haya encontrado nada que haga pensar que no se trate de un fatal accidente.

En la primera fase se escuchó en declaración al hijo de Andic, que aportó toda la información sobre los hechos, sin que los Mossos encontraran ningún indicador de que pudiera estar mintiendo sobre cómo ocurrieron los hechos aquel sábado por la mañana cerca de Montserrat. Fuentes policiales y judiciales coinciden en que es un procedimiento habitual en estas investigaciones para evitar que corra el tiempo mientras se espera que lleguen las diligencias, que necesitan diferentes tempos.