La Guardia Civil de Cádiz ha puesto a disposición de la Fiscalía de Menores a dos chicas de 15 años como presuntas autoras de los delitos de torturas y contra la integridad moral de una mujer con discapacidad. Le quemaron el pelo y raparon mientras la grababan en vídeo en Conil (Cádiz).
Le queman el pelo y lo graban en Cádiz
Según un comunicado de la Guardia Civil, las imágenes que tomaron con sus teléfonos móviles mientras reían y se burlaban de su víctima fueron difundidas entre sus amigos.
Fue la Policía Local de Conil la que llevó a la Guardia Civil un informe con el vídeo difundido en redes sociales y mensajería instantánea en la que se venía a una de las menores vejando gravemente a la mujer.
La gravedad de las imágenes llevó a los agentes de la Guardia Civil de Conil a iniciar una investigación que permitieron identificar a dos chicas de 15 años vecinas de la localidad como autora de las vejaciones y de la grabación.
A continuación localizaron a la víctima 65 años, que sufre una discapacidad mental del 72 por ciento. Tanto a la menor como a su amiga, la que grababa, fueron citadas en el cuartel de la Guardia Civil donde comparecieron acompañadas por sus madres. No mostraron el menor signo de arrepentimiento.
Las jóvenes fueron entregadas a la Fiscalía de Menores y quedaron bajo custodia de sus progenitores.
Nuevos análisis de pruebas del caso Alcàsser para incriminar a Anglés
La juez del caso Alcàsser ha ordenado el análisis de pelos y otras pruebas del caso que podrían encontrar restos de ADN claves para la resolución del caso ocurrido en noviembre de 1992.
Según han confirmado fuentes judiciales, se ordena la remisión de esas evidencias al Instituto Nacional de Toxicología para que se busquen los restos de ADN.
Asimismo, se ha ordenado a la Guardia Civil una nueva inspección ocular de los vehículos de Miguel Ricart, ya condenado, y Antonio Anglés, también implicado y desaparecido desde entonces, por parte del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Instituto Armado. Investigaciones posteriores han seguido la pista del posible paradero de Anglés, en caso de seguir vivo, o la confirmación de su muerte, que pudo haberse producido al arrojarse al mar desde un barco con rumbo a Dublín.
El secuestro y asesinato en noviembre de 1992 de Miriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcàsser, en Valencia, de entre 14 y 15 años, que fueron violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart -en libertad desde 2013-, mantuvo en vilo a España durante más de dos meses, hasta que aparecieron sus cadáveres.