La puerta del bajos segunda del número 27 de la calle de Valldemossa, en Nou Barris, en Barcelona, sigue precintada por los Mossos d'Esquadra. Y, en el interior, está la respuesta que esperan los vecinos. El viernes por la noche, dentro del piso, encontraron el cuerpo sin vida de Rafael, un vecino de 58 años. Nadie sabe nada. Y los Mossos d'Esquadra, aunque tienen una investigación en marcha, por ahora, todavía no saben qué pasó en el interior de ese piso ni quién mató, a cuchilladas, al hombre. Los vecinos lo saludaban con un “hola y adiós”; era un hombre sin problemas, que hacía unos años que vivía en ese bajos. Tenía su nombre grabado en el buzón, un cajón vacío, con un par de cartas, como mucho.
Nadie escuchó ruidos el viernes. Nadie vio nada extraño. O no lo quieren explicar. Pero no era un vecino problemático, ni mucho menos. "Incluso parecía un buen hombre", asegura una vecina que entra y sale deprisa del bloque. Vivía solo, no generaba problemas y, o bien estaba jubilado, o era pensionista, no lo saben; no hablaba mucho. Tenía una lesión en la pierna, de siempre, explican los vecinos. Entre los pocos que lo conocían se puede hacer un rompecabezas de quién era, pero nadie puede aportar ninguna pista sobre por dónde avanzar. "No sé si tenía familia; nunca se le veía con nadie". El grupo de Homicidios de la Divisió d'Investigació Criminal (DIC) de la ciudad de Barcelona se ha hecho cargo del caso y tendrá que aclarar qué pasó, quién lo mató y poder detenerlo. Las informaciones de los vecinos no han sido de mucho valor para los investigadores. Pero no todo es lo que parece a primera vista. El autor escapó.
Investigación para aclarar quién mató a Rafael
Los agentes de los Mossos d'Esquadra que han asumido la investigación esperan que las pruebas forenses sirvan para obtener más detalles de cómo murió Rafael y poder enfocar mejor la investigación. También el análisis que se hizo en la casa, este domingo, puede ayudar a responder algunas preguntas que, por ahora, todavía no tienen respuesta. Hacía algunos días que los vecinos no lo habían visto salir, y aquel viernes no escucharon ninguna pelea ni gritos. Quien mató a Rafael entró por la puerta, sospechan los Mossos. Las ventanas, que dan a la calle, están protegidas con barrotes y no se encontró la puerta principal forzada. También se descartó, en un primer momento, que fuera un robo con violencia, pero los investigadores, de momento, no cierran ninguna hipótesis. Se tiene que revisar todo, pero secreto de sumario.
Que la víctima fuera una persona sin aparentes enemigos, alrededor de los 60 años y con una lesión en la pierna, despista a los Mossos. Pero, normalmente, la mayoría de los crímenes tienen explicación. La muerte de Rafael es el tercer crimen en la capital de Catalunya este 2025. Y el decimocuarto en todo el país. Los dos primeros en Barcelona se han podido resolver; este, de momento, todavía no. Los vecinos esperan poder saber qué pasó y volver a dormir tranquilos. Por suerte, no siempre matan a alguien en el rellano de tu casa. Tampoco en Barcelona.