Un hombre de 44 años ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra acusado de haber extorsionado y amenazado con un arma de fuego a una persona que le debía dinero. El detenido es el propietario de un bar de Viladecans (Baix Llobregat) y según fuentes policiales también ejerce como prestamista en juegos de apuestas que organiza de manera ilegal en el mismo local.

El pasado mes de noviembre la víctima denunció a la policía catalana que tanto él como su familia estaban siendo amenazados por el detenido. El hombre confesó que había participado en juegos ilegales de póquer que había organizado el propietario del bar donde se llevaban a cabo las apuestas, y que había contraído con él una deuda económica que no podía pagar.

Pretendía robar bobinas de cobre

Durante el verano la víctima había participado en juegos de póquer organizados en el bar del acusado y, como ha avanzado El Periódico, contrajo una deuda de 2.000 euros que no tenía manera de pagar. Intentó posponer el máximo posible el pago, pero el prestamista llegó a amenazarle con una pistola si no le pagaba lo que le debía. Finalmente, el detenido propuso a la víctima que le ayudara a robar bobinas de cobre de la empresa donde trabaja, valoradas en 10.000 euros.

El hombre accedió en apariencia y acordaron el día del hurto. Temiendo ser pillados y acabar despedido, la víctima decidió acudir a los Mossos y explicarles la situación. De esta manera los agentes pudieron montar un dispositivo el día acordado para efectuar el robo, el 25 de noviembre. Finalmente, la policía pudo detener al extorsionador junto con otro hombre que le acompañaba. El cómplice aseguró durante el interrogatorio que solo había accedido a participar en el robo porque el propietario del bar le había prometido que le pagaría 500 euros.

Los Mossos d'Esquadra arrestaron a los dos hombres: al propietario del bar, acusado de los delitos de extorsión, amenazas y robo, y a su cómplice como presunto autor de un delito de robo. Después de pasar a disposición judicial los dos ladrones han sido puestos en libertad con cargos y con la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima.