Cinco años de cárcel para un hombre por violar a otro en el cuarto oscuro de la discoteca Arena de Barcelona. La Audiencia de Barcelona lo ha condenado por agredir sexualmente la madrugada del 26 de enero de 2020 a un joven, con el que entró en el cuarto oscuro, se besaron y tuvieron sexo oral. Hasta aquí, según se desgrana de la sentencia, todo fue consentido, pero en un momento dado cuando el procesado quiso tener más relaciones sexuales, la víctima se negó porque ninguno de los dos llevaba preservativo. Fue en ese instante cuando comenzaron los forcejeos que acabaron en agresión sexual.

El condenado, a pesar de que la víctima "le dijo no quiero en tres ocasiones, intentó en varias ocasiones bajarle los pantalones" y ponerlo contra la pared hasta que venció por fuerza y lo penetró, sin condón. El joven denunciante contó durante el juicio que después de la agresión el acusado le pidió el número de móvil y él se lo dio, lo que permitió que lo identificaran porque al día siguiente le envió un mensaje. Por todo ello, además de la pena de cinco años de prisión, los magistrados le han impuesto cinco años de libertad vigilada una vez cumpla la condena, y han establecido que deberá pagar una indemnización de 15.000 euros a la víctima.

El amigo de la víctima no se dio cuenta de la violación

Pero la sentencia no ha sido unánime. La resolución incluye el voto particular de un magistrado que discrepa del resto del tribunal y valora que el acusado debería ser absuelto porque considera que la declaración del denunciante no ha dado "una conclusión definitiva, más allá de una duda razonable, sobre la culpabilidad del acusado". Por eso pide aportar más pruebas y destaca que un amigo de la víctima, que estaba con el joven en el cuarto oscuro en el momento de los hechos, vio cómo mantenían relaciones sexuales y no se percató de que estuviera sufriendo una agresión sexual. Esto podría ser explicado, según la sentencia, por la rapidez de la situación y porque es plausible que primara más su intento de zafarse sin causar un escándalo.

En cualquier caso, la Audiencia de Barcelona da credibilidad a la víctima, que es la única prueba de cargo, al considerar que fue detallado, estructurado, sin contradicciones y sostenido a la largo del tiempo. Por ello, ha sentenciado a cinco años de prisión al atacante por la agresión sexual en la que penetró al chico sin consentimiento y sin condón en la sala con poca iluminación -destinada, mayoritariamente, a encuentros sexuales con desconocidos- de la discoteca Arena de Barcelona.