La Audiencia de Girona ha condenado a 12 años y seis meses de prisión al hombre que el año 2021 abusó sexualmente de su resobrina, de 15 años, durante una reunión familiar en la verbena de San Juan en la localidad de Blanes (Selva). El condenado se aprovechó de la confianza que le tenía la adolescente derivada de su parentesco, y la apartó del resto de la familia para poder mantener relaciones sexuales con ella contra su voluntad.
La invitó a una reunión familiar la noche de San Juan
Según la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, el 23 de junio del 2021 el ya condenado invitó a su resobrina menor a una reunión familiar en una playa. La chica, no sospechando nada malo, acudió con su hermano pequeño. En el lugar estaban más familiares de ambos, también niños más pequeños. En torno a las once de la noche, y con la excusa de ir a por una pelota para que los niños pudieran jugar, el hombre pidió a la víctima que le acompañara hasta su domicilio.
Una vez en su piso, el condenado empezó a darle besos, a lo que la chica se negó e intentó deshacerse de él. No obstante, el hombre la llevó a una de las habitaciones, donde le hizo tocamientos sin su consentimiento, y la acabó violando. En la declaración de la joven, asegura que el condenado utilizó "fuerza física" con el fin de someterla, y que ella se resistió en todo momento.
El adolescente confesó los hechos a sus padres y denunciaron. Durante el juicio, el acusado admitió parcialmente los hechos. Según su relato, los dos mantuvieron relaciones sexuales, pero negó que fueran forzadas y también desmintió haber utilizado la violencia. Además, remarcó que la noche de los hechos iba bebido, y que al día siguiente se presentó en la comisaría de la Policía Local de Blanes para confesar que había mantenido relaciones sexuales con una menor.
Condenado a 12 años de prisión
Finalmente, la Audiencia de Girona ha sentenciado para el acusado una pena de 12 años, seis meses y un día de prisión. Aparte de eso, tendrá que pagar a la víctima 6.200 euros en concepto de indemnización por los daños morales y las lesiones físicas causadas durante la agresión. El condenado también tendrá que cumplir ocho años de libertad vigilada, y queda inhabilitado para ejercer la patria potestad y trabajar con niños.