Prisión provisional. Esta es la decisión del juez de Granollers para Alejandro N., el chico español de 22 años, vecino de Sant Celoni, que la madrugada del pasado domingo atropelló a una agente de los Mossos d'Esquadra a las puertas de la comisaría de este municipio del Vallès Oriental. De esta forma, el joven, con numerosos antecedentes policiales y que no hacía mucho que había salido de prisión, volverá a dormir entre rejas, esta vez acusado de atropellar a la agente de la policía catalana, junto con otras dos personas, cuando un grupo había acudido a las dependencias policiales para denunciar una pelea en una discoteca del municipio.

Los hechos, tal como adelantó ElCaso.com, tuvieron lugar pocos minutos antes de las cinco de la madrugada del domingo, cuando varias personas se presentaron en la comisaría de los Mossos de Sant Celoni para denunciar una pelea que habían tenido poco antes con otro grupo en una discoteca del pueblo. Según los denunciantes, estaban en la calle delante del local cuando otro grupo les increpó. Ante esta situación, los jóvenes se marcharon rápidamente del lugar en dos vehículos, pero en la huida golpearon a dos personas con el coche. Acto seguido, fueron a denunciar los hechos en las dependencias policiales.

Los agentes de los Mossos se dirigieron hacia el exterior de comisaría y, cuando estaban realizando una inspección del vehículo, vieron cómo otro coche, un Peugeot 508 de color blanco, aceleraba y se acercaba a ellos a gran velocidad. Un agente pudo refugiarse entre dos coches aparcados, mientras que el otro agente y dos de los denunciantes no lo pudieron evitar y fueron atropellados. Posteriormente, el vehículo huyó del lugar por la C-35 en dirección a Hostalric y desapareció. Al cabo de poco rato, se pudo localizar el coche a unos 900 metros de la comisaría, pero el conductor no estaba allí.

Estuvo escondido durante dos días antes de ser detenido

Aunque el coche estaba domiciliado en El Prat de Llobregat e iba a nombre de otra persona, el seguro del vehículo rápidamente delató al conductor. Las imágenes de las cámaras de seguridad de la comisaría, así como las que tiene la policía local de Sant Celoni, permitieron identificarlo en cuestión de minutos sin problemas. La División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Metropolitana Norte se hizo cargo del caso y, tras dos días escondido, pudo ser detenido en Riells del Fai, en Bigues i Riells. A pesar de asegurar que no tenía intención de atropellar a la policía, huyó y estuvo 48 horas sin ir a su casa ni a la de ninguno de sus familiares más cercanos. Ahora, el juez lo ha enviado de nuevo a prisión, mientras la investigación por parte de los Mossos sigue en marcha para cerrar todos los flecos del caso.