Un joven de 20 años que tenía que ser trasladado desde el centro penitenciario de Puig de les Basses, a Figueres, al hospital de la capital del Alt Empordà (Girona), se escapó de los Mossos d'Esquadra.
La huida, sin embargo, fue efímera y los mismos agentes lo pudieron detener en un parque de la ciudad, a menos de 500 metros en línea recta de donde había empezado la evasión.
Se echó a correr cuando llegaron al hospital
Alrededor de las diez y media de la noche de este lunes una patrulla del Área Penitenciaria (APEN) de los Mossos d'Esquadra, que dan servicio en la prisión de Figueres, recibieron el encargo de trasladar a un interno, de 20 años y originario de Marruecos, al hospital de Figueres para hacerse una visita médica. Cuando se trata de visitas no de emergencia, por lo tanto, que no las hace una ambulancia, son agentes de los Mossos quien se encargan de la custodia de los internos hasta el centro médico.
Según ha podido saber ElCaso.com, cuando el coche patrulla llegó al hospital y bajaron al preso, este se echó a correr. En cuestión de minutos los mismos agentes que se encargaban del traslado pudieron localizarlo en el Parque-Bosque, junto al hospital. Una vez recuperado, lo devolvieron al hospital, donde fue visitado por el médico, tal como estaba previsto.
No se trata de un preso peligroso
No se trata de un preso peligroso y no constan intentos de fuga anteriores. La policía catalana ha puesto en conocimiento de Servicios Penitenciarios esta evasión frustrada por si hay que revisar su régimen penitenciario. No ha trascendido si el preso está condenado o está en prisión provisional ni tampoco por qué delito fue enviado a prisión.