Un grupo de delincuentes muy violentos están llevando de cabeza a los cuerpos policiales de Calella, en el Maresme (Barcelona), durante los últimos meses. Este sábado, tres de ellos fueron detenidos después de prender fuego a un piso de la calle Sant Jaume y atacar a los equipos de emergencias que fueron a trabajar en él. Los hechos tuvieron lugar hacia las siete menos cuarto de la tarde, cuando el 112 recibió el aviso de un incendio en el segundo piso de los apartamentos Holiday. Hasta el lugar se activaron cinco dotaciones de los Bombers de la Generalitat, seis patrullas de los Mossos d'Esquadra y tres de la Policía Local.
Al llegar, los agentes policiales accedieron a la vivienda para comprobar que no hubiera nadie en el interior y evacuaron los otros 35 pisos del edificio de manera preventiva. Los Bombers pudieron dar el incendio por extinguido media hora después, hacia las siete y cuarto de la noche, pero las tareas de ventilación se alargaron todavía más para garantizar que todas las personas pudieran volver a las viviendas con la máxima seguridad. Sanitarios del SEM, que también se activaron al recibir el aviso, tuvieron que atender a cuatro vecinos y dos policías locales intoxicados por inhalación de humo.
La Policía Local y los Mossos d'Esquadra, de manera conjunta, trabajaron para intentar averiguar las causas del incendio. Pudieron descubrir, después de hablar con varios testigos, que había sido provocado por una parte del grupo de once delincuentes que desde hace meses está provocando problemas de inseguridad en el municipio. Cuando los agentes los fueron a identificar, estos respondieron atacando a dos patrullas con bates de béisbol y objetos punzantes. Finalmente, con la ayuda de la policía catalana, se pudo detener a tres hombres por atentado contra agentes de la autoridad. Además, dos de ellos también están acusados de haber provocado el incendio.
Once delincuentes con 260 detenciones provocan problemas de inseguridad en Calella
De los tres detenidos por provocar el incendio y atacar a la policía, dos forman parte del grupo de once delincuentes que en los últimos meses está generando muchos problemas de inseguridad en Calella. De hecho, desde el pasado mes de mayo, se han incrementado considerablemente los hechos delictivos en el municipio con 466 denuncias por la ordenanza de civismo, 41 actuaciones relacionadas con las ocupaciones, de las cuales dieciocho en grado de tentativa y diecinueve frustradas gracias a la actuación conjunta de la Policía Local.
Solo con estos once delincuentes, que acumulan la mayoría de los delitos producidos en los últimos seis meses, se han hecho 50 detenciones y 44 servicios relacionados con peleas en todo este tiempo. En total, sumando los historiales delictivos de todos ellos a lo largo del tiempo, acumulan 216 detenciones. De entre todos, destaca uno en particular que, desde el pasado mes de mayo, ha provocado la actuación de la policía en 50 servicios; cinco por uso de arma blanca, veinte por peleas y, en total, siete detenciones.
Ante esta situación, el alcalde de Calella, Marc Buch, después de la junta local de seguridad extraordinaria celebrada el pasado jueves, anunció que enviará una carta a la Conselleria d'Interior de la Generalitat pidiendo más presencia de Mossos d'Esquadra en la localidad y un operativo especial hasta que los once individuos dejen de actuar en la ciudad. "Exijo la aplicación de medidas, incluida la expulsión, para poner fin a esta situación", añadía después de producirse el incendio de este sábado.