El zoo de Naples, en Florida, ha perdido a su tigre malayo, una de las principales atracciones del parque, tras ser abatido a tiros por la policía.
Y es que un empleado de limpieza entró en una zona no autorizada e intentó acariciar o alimentar al animal, que le mordió el brazo y lo arrastró hacia dentro del recinto.
Se cuela en el recinto del tigre y le ataca
Todo pasó la tarde de este jueves en Naples, Florida, Estados Unidos. Un limpiador del zoológico entró en un área no autorizada, en la que estaba Eko, el tigre malayo del parque, una especie en peligro de extinción crítico, que era una de las mayores atracciones.
El joven herido, de 20 años, no se sabe si para alimentarlo o acariciarlo, metió el brazo por la reja del recinto del tigre. El animal le atacó y mordió el brazo, que ya no soltó.
Tal y como muestran las imágenes grabadas por la cámara del policía que acudió al aviso, el joven se encuentra con el cuerpo fuera de la verja y con el brazo dentro, mordido por Eko, gritando desesperado: "¡Voy a morir!".
Abatido a tiros por la policía
El atacado era parte de una empresa contratada para limpiar los baños y la tienda de regalos en el zoológico, pero no los recintos de animales, informa ABC News. Además, tanto acariciar como alimentar al felino son "actividades no autorizadas y peligrosas", aseguraban desde la Oficina del Sheriff del condado de Collier.
Finalmente, para salvar la vida del empleado, el agente dispara contra el animal.
"Los informes iniciales indican que el tigre agarró el brazo del hombre y tiró de él hacia el interior del recinto cuando él atravesó una barrera inicial y pasó su brazo a través de la valla del recinto del tigre", remata el comunicado policial.
Un tigre malayo, especie en peligro crítico de extinción
El limpiador fue trasladado en un helicóptero medicalizado al Lee Memorial Hospital. En cuanto al tigre, tras recibir el disparo, se retiró al fondo de su recinto y no respondió ante el dron que se envió para comprobar la situación. Más tarde, fue sedado por un veterinario y finalmente murió.
Eko tenía ocho años y había llegado al zoológico de Naples desde el de Woodland Park en Seattle en diciembre de 2019 y era una atracción popular entre los visitantes.
Tal y como dicen en su página web, "Eko es un gran embajador de su especie. Cuando los visitantes lo ven, esperamos que se enamoren y quieran aprender qué pueden poner de su parte para salvar a su especie en la naturaleza".