Polémica actuación la que el pasado fin de semana protagonizaron los controladores de acceso del Oktoberfest Barcelona. El domingo, en torno a la medianoche, algunos de los porteros expulsaron a dos chicos que estaban provocando disturbios dentro del recinto, pero lo hicieron de malas maneras y con una fuerza desproporcionada. De hecho, la Guardia Urbana de Barcelona detuvo a dos de los porteros después de visionar las imágenes por un delito menos grave de lesiones.

Como se puede ver en un vídeo que se ha difundido a través de las redes sociales y que grabó uno de los testigos, hasta ocho controladores de acceso participaron en la brutal paliza que, una vez fuera de las instalaciones, en la avenida de Maria Cristina, les dieron. Inmovilizados e indefensos, uno de ellos incluso casi inconsciente en el suelo, los atacaron a puñetazos y patadas.

 

Desde ADN Sindical Seguridad y Servicios de Catalunya condenan los hechos y puntualizan que se trata de controladores de acceso y no de vigilantes de seguridad. De hecho, los vigilantes que había en las puertas del Oktoberfest Barcelona intentaron evitar la agresión y recriminaron la actitud de sus compañeros. En este sentido, el sindicato pide que se profesionalice la seguridad para que no haya personal no cualificado en este tipo de acontecimientos, evitando así agresiones de este tipo.

Los agresores han sido despedidos por la empresa

La empresa encargada del servicio, Segurpol, ha explicado que los controladores de acceso expulsaron a los dos chicos porque estaban molestando a varias mujeres dentro del recinto y que uno de los jóvenes atacó a los porteros cuando los llevaban hacia fuera, lo que habría desencadenado la paliza, según detalla Metrópoli. Sin embargo, la compañía ha tomado medidas disciplinarias y los ha despedido. Por su parte, tras la actuación y las detenciones de la Guardia Urbana de Barcelona, los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación al respecto.