Los Mossos d'Esquadra han desarticulado dos clanes familiares que se dedicaba al tráfico de marihuana que operaba desde varios puntos del territorio, sobre todo, en el área metropolitana de Barcelona y también a Girona. A consecuencia de la operación policial se detuvieron diecinueve personas como presuntas autoras de un delito contra la salud pública y se desmantelaron varios puntos de cultivo de marihuana.
Una masía de alto valor patrimonial, convertida en una gran plantación
Entre otros, en la zona Girona, los narcos habían convertido una masía catalana catalogada en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya, organismo creado para la divulgación y fomento del estudio de los bienes patrimoniales que lo integran, en una plantación interior de marihuana. Una droga que utilizaban para su venta por todo el país y también para ser exportada en el extranjero.
En esta masía se localizaron muebles, pinturas y tapices que estaban apilados en una habitación para conseguir espacio para dedicarlo al cultivo de la marihuana, además de constatar varios daños, consecuencia de la actividad presuntamente criminal que se hacía.
Dos familias que montaron un imperio (pantalla) de venta de petardos
Las investigaciones de los Mossos d'Esquadra se centraron en la actividad de dos clanes familiares que habían creado una estructura para el cultivo de marihuana bajo la cobertura de actividades empresariales legales, como la venta de petardos, aunque sólo se trataba de una pantalla para enmascarar su actividad principal: el cultivo sistemático y masivo de marihuana.
El trabajo de los investigadores del Área de Investigación Criminal (AIC) de la región policial Metropolitana Sur de los Mossos empezó hace más de un año a partir de las evidencias de una presunta actividad delictiva en una nave industrial. La policía supo que dos clanes familiares se habían asociado para llevar a cabo una plantación con más de 2.000 plantas de marihuana. A medida que avanzaba la investigación supieron que las dos familias tenían controlada la población de Palau-Solità i Plegamans. Les permitía controlar buena parte de lo que sucedía en el municipio, además de atemorizar a una parte de la población, hecho que les permitía actuar con relativa impunidad, además de cultivar varias plantaciones, según detallan los Mossos en la explicación de la explotación de esta investigación.
Los investigados habían creado empresas que les permitían simular un cierto éxito empresarial, circunstancia que enmascaraba su actividad delincuencial aunque les permitía desplazarse con vehículos de alta gama|gamma, vivir en casas unifamiliares y adquirir relojes y joyas de lujo.
Los jefes de los clanes, a prisión
La operación policial llevada a cabo el día 10 de febrero, en la cual se llevaron a cabo quince entradas y registros en las localidades de Palau-Solità i Plegamans, Barcelona, Granollers, Sant Quirze Safaja y Girona, acordadas por el Juzgado de Instrucción nº. 10 de Barcelona, finalizó con la detención de diecinueve personas, el comiso de ocho plantaciones de marihuana con 10.800 plantas y 2.700 esquejes, 10 kilogramos de ovillos además de 25.000 euros en efectivo, joyas, relojes de lujo y la intervención de tres vehículos de gama alta.
Los arrestados pasaron a disposición judicial el 12 de febrero y la magistrada decretó el ingreso en prisión para cuatro de los detenidos y libertad con cargos para los otros.